Gallardo, lejos de la selección

Volvió a asegurar que su cabeza está en River.

Del primer “mi cabeza está puesta en River” que lanzó Marcelo Gallardo, en julio de 2016, cuando la Comisión Regularizadora de la AFA buscaba reemplazo tras la salida de Gerardo Martino, al “tengo muchas cosas en mi cabeza que tienen que ver con el presente de River” que disparó ayer, pasaron más de dos años y tres directores técnicos de la selección: Edgardo Bauza y Jorge Sampaoli ya dijeron “adiós”, y Lionel Scaloni continúa llevando adelante su interinato y desconoce qué será de su futuro a fin de año, con la Copa América Brasil 2019 a menos de ocho meses de distancia.

En el medio, ya es una habitualidad que Gallardo aparezca en las listas de candidatos para ser entrenador del seleccionado nacional, tal como lo es que él mismo se descarte. Primero ocurrió cuando Armando Pérez lo nombró como posible sucesor de Tata en 2016: “Más allá del deseo y la ilusión de dirigir algún día a la selección, tengo muchísimo compromiso con River. Por una cuestión de compromiso y lealtad, mi cabeza está puesta en River”. También se dio en abril de 2017, cuando el recién electo presidente Claudio “Chiqui” Tapia debió buscar un nombre tras el despido a Bauza: “Mi compromiso y mi manera de pensar son estando en River, donde me siento bien. Tengo palabra y voy a cumplir”.

Volvió a suceder en julio pasado cuando Sampaoli dejó de ser el DT: “Soy muy respetuoso y de los rumores no tengo mucho para decir. Para cualquier entrenador argentino, dirigir el seleccionado debe ser el máximo orgullo. De ahí a que me postule, no va conmigo. Agradezco el reconocimiento de que se me nombre como uno de las candidatos. Pero de mi boca no va a salir, primero porque no recibí ningún llamado y segundo porque mi cabeza está en River”.

Y se repitió una vez más ayer, en una conferencia de prensa, al ser consultado sobre la posibilidad de asumir a fin de año: “Hoy no pienso en dirigir a la selección. No lo evalúo porque tengo muchas cosas en mi cabeza del presente de River. Después, creo que toda renovación es buena, pero debería haber una estructura y una base sólida para generar esa renovación”.

Concreto y directo. Sin dudar. Fiel a su estilo, el Muñeco volvió a dejar en claro su postura, lanzó una nueva crítica hacia la AFA –con la que siempre fue filoso– y no dejó dudas de su deseo: mientras renueve sus energías año tras año y sienta la unión tanto de los jugadores como de los dirigentes, querrá continuar en su actual cargo. Su compromiso con la institución y con los hinchas, la muy buena relación que tiene con el presidente Rodolfo D’Onofrio y con la comisión directiva, y el proyecto para la renovación y el potenciamiento de las divisiones inferiores son los grandes pilares de su continuidad, que parece no estar dictada por un buen resultado o uno malo. Lo contrario a lo que se vio en los últimos años en la selección.

Al ser consultado sobre qué situación podría moverlo de su puesto, en el que tiene contrato hasta diciembre de 2021, dejó una pequeña puerta abierta para el balance que hará a fin de año. “De lo que estoy seguro es que nada dura para siempre y la estabilidad no solamente la da uno emocionalmente con sus energías, sino también los resultados. Para mí, cada final de año es importante. Más allá de la duración de los contratos, yo me baso mucho en cómo llego; cuáles son mis desafíos; si tengo energía, ganas, entusiasmo para afrontarlos; si veo que hay una comunión entre todas las partes... si todo eso está bien, no tengo por qué cambiar”, comentó el entrenador millonario.

Y agregó: “Ahora, si hay razones para cambiar, es porque suceden cosas. Y ahí está el posible desgaste mismo. Soy muy respetuoso conmigo y con los demás: si yo siento que ya no encuentro todo eso, posiblemente no siga. Pero al punto voy a hacerlo a final de año, como lo hago siempre. Cada reflexión mía se ha definido ahí”.

Gallardo, al igual que Diego Simeone y Mauricio Pochettino, se volvió un faro directo cuando el barco de la selección se queda sin capitán. Pero el técnico de River, con marcadas diferencias con la conducción de la AFA, vuelve a dejar en claro que no se subiría a un camino sin rumbo ni estructura para navegar.

“NADA ES PARA SIEMPRE, CADA FIN DE AÑO VEO CÓMO LLEGO” MARCELO GALLARDO