Acuerdan con las provincias compensar la quita de subsidios
Cubrirán desajustes por las tarifas con recursos de Bienes Personales
El oficialismo y el PJ encaran las últimas negociaciones con vistas al tratamiento del proyecto de ley de presupuesto 2019, previsto para el miércoles próximo en la Cámara de Diputados.
Tras acordar el proyecto de suba del impuesto a los bienes personales, ayer resolvieron que una porción de la recaudación de ese tributo se destine a compensar eventuales desequilibrios en las tarifas de transporte en el interior.
Este principio de acuerdo se logró durante una reunión que ayer compartieron el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y diputados del oficialismo y del PJ Federal.
El problema había sido planteado por el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, y el intendente de la capital mediterránea, Ramón Mestre: ambos advirtieron que no alcanzaría la compensación que le giraría la Nación, prevista en la adenda al consenso fiscal, para cubrir la quita de los subsidios al transporte, la cual empezará a regir a partir del año próximo.
En la adenda –firmada por la Nación y 18 gobernadores y que hoy obtendrá dictamen de la Comisión de Presupuesto– se establece que la eliminación de los subsidios nacionales al transporte sería compensada con la recaudación que generen las subas en los impuestos al cheque y de sellos, además del incremento en los reintegros a las exportaciones y la aplicación del impuesto a las ganancias en las cooperativas y mutuales.
El temor que hicieron llegar varios gobernadores e intendentes del interior es que esa compensación no alcanzara y que el valor de las tarifas se duplicara, lo que generaría un desequilibrio en las cuentas.
La reunión con Dietrich
El problema, compartido por distintos municipios del interior, fue motivo del encuentro del ministro Dietrich con los legisladores nacionales.
Según las estimaciones oficiales, la suba del impuesto a los bienes personales generará una recaudación extra de $35.000 millones; de ese total, un 40% corresponde a la Nación, mientras que el resto se coparticipa entre las provincias.
La idea es que una porción de la recaudación que le corresponde a la Nación se destine a atender eventuales desequilibrios en la compensación de las tarifas de transporte.