Una medida de fuerza que necesita ser sincerada y matizada
La concepción de que el paro docente, tal como sostienen los gremios, es en defensa de la educación pública necesita ser matizada y sincerada. Es cierto que los docentes tienen derecho a reclamar por sus salarios. Pero es igualmente cierto que los principales perjudicados en cada paro son los chicos que van a la escuela, sobre todo a la pública. Ellos son los perjudicados en dos sentidos.
El primero, como efecto colateral del parate en el ritmo escolar. Hay una noción que vale la pena incorporar. Se conoce como “brecha de aprendizaje estacional”, es decir, la cantidad de aprendizajes en áreas cognitivas claves, como la matemática y la comprensión lectora, que los chicos y adolescentes pierden cuando no hay clases. Si se trata de indignación pública, este es un temazo.
El pionero en este tema es el doctor en sociología Karl Alexander, investigador de la Universidad Johns Hopkins. En los países donde las huelgas docentes son excepcionales, la brecha de aprendizaje estacional se da durante las vacaciones de verano. Llegado el segundo año del secundario, las ganancias acumuladas de aprendizaje de los estudiantes reflejan un efecto en particular: la asistencia a la escuela. Por el contrario, la brecha de aprendizaje, es decir, la desigualdad de conocimiento escolar que se da entre los chicos de nivel socioeconómico alto comparado con los de nivel bajo, se relaciona con las vacaciones, cuando la potencia educadora de la escuela queda suspendida.
Este concepto sirve también para plantear la pérdida de aprendizaje que genera el paro sostenido entre los alumnos. Cuando hay una protesta docente, o vacaciones, los chicos vulnerables se quedan en sus hogares, muchas veces solos, y en barrios con escasa oferta de estímulos cognitivos y de oportunidades de aprendizaje.
Las consecuencias son graves: pérdida de habilidades matemáticas y de lectura, más repitencia y abandono escolar de los chicos de los sectores pobres, más afectados por el gap de aprendizajes.
El otro efecto del paro docente en la provincia de Buenos Aires tiene que ver con el contexto en que se da: justo cuando iba a realizarse el operativo Aprender.
Esta prueba censal de sexto grado es una oportunidad de inclusión educativa en serio para tener datos alumno por alumno y construir condiciones de aprendizaje personalizadas y asegurar el principio de que todo chico es educable.
El paro docente, “en defensa de la educación pública”, impidió por el momento esa oportunidad única.