El polista americano que busca hacer pie en la Argentina
Jared Zenni juega en la Cañada; fue campeón del Us open y desde hace tres años se está adaptando al ritmo argentino
El fructífero legado que el polo nortemericano sabe aportarle al argentino se le puede agregar un nombre más. Con apenas 23 años y una carrera incipiente, Jared Zenni ya se codea con los mejores jugadores del mundo. El arranque de La Cañada en la Triple Corona no es el más auspicioso, con tres derrotas abultadas, pero haber sorteado la Clasificación ya es todo un mérito.
Zenni se destaca por sobre el resto de los cinco extranjeros que hay en esta temporada alta por su juventud. De hecho, es el tercero más joven de los 40 que tienen el privilegio de ser parte de la elite del polo mundial. Y llega con pergaminos ilustres bajo el brazo: reciente campeón y MVP del US Open con Hilario Ulloa y Agustín Obregón, su amigo y compañero en La Cañada, donde metió un golazo clave en el último chukker de la final ante Valiente (Adolfo Cambiaso y Facundo Pieres). También convirtió el gol de oro en el suplementario ante Alegría Fish Creek, en el triunfo que le valió el pase a Hurlingham y Palermo. Ese día hizo nueve de los 13 tantos de La Cañada.
El experimentado Sebastián Merlos y el batallador Ezequiel Martínez Ferrario completan el cuarteto del club de Open Door. “Estar jugando con los mejores del mundo es un programón. Es un sueño cumplido. Estoy súper contento”, cuenta el norteamericano en perfecto español. “Estudié un poco en el colegio y tengo muchos amigos argentinos. Alrededor del polo se habla español. Al estar metido en eso todos los días fui mejorando y agarrándole la mano”.
Ayer, por la 3ª fecha del 125° Abierto de Hurligham, no repitió los buenos rendimientos que había mostrado en lo que va de la temporada. El viento tampoco contribuyó y falló cinco penales y dos córners en la derrota 16-9 ante Cría Yatay, aunque abrió la cuenta con una linda jugada personal. Quien sí estuvo certero fue su contrincante Joaquín Pittaluga, autor de 11 tantos (“Creo que es récord personal”, dijo el N°3).
Hijo del también polista Jim Zenni, Jared nació en Chicago, donde se inició en el arte de los tacos y las bochas y luego la familia se mudó a Palm Beach, Florida, la meca del polo norteamericano. “Arranqué con mi viejo, lo seguía hasta las caballerizas a taquear”, recuerda. “De a poco fuimos comprando caballos y jugando cada vez más torneos. Siempre para arriba”.
Claro que de allí a la Triple Corona hay un salto grande, más para alguien tan joven. ¿Cómo se armó el equipo? “Fue una idea de Agustín Obregón y mía. El año pasado jugamos la Copa Cámara juntos y sentimos que estábamos bien y apuntamos a jugar un nivel más arriba. Nos clasificamos y acá estamos”, responde. “Todavía no me pegó del todo.Adentrodelacanchaestoybastantecómodo,nomesientoperdido. Siento que estoy a la altura”.
La contribución de la familia Obregón, de larga trayectoria en Estados Unidos, fue clave en ese sentido: “Agustín y Rafael son muy amigos míos. Siempre me trataron bien de chico. Crecí con ellos. Estar jugando con Agustín es tremendo.” El delantero precisamente se lució ayer con dos golazos.
De la mano de Agustín también se produjo su desembarco en la Argentina. “Hace tres años que estoy viniendo acá. En 2016 vine a jugar alguna copa para ver cómo era, empezar a organizarme un poco”, explica. “El año pasado jugué la Cámara, traje un par de caballos, me organicé un poco más. Sabía que si iba a jugar este año me iba a tener que organizar más todavía y traje más caballos. Espero el año que viene subir un escalón más”.
En 1932, Meadow Brook, un equipo 100% norteamericano, se coronó en Palermo. Más acá en el tiempo, los Gracida, Mike Azzaro, Adam Snow, Julio Arellano y Jeff Hall, todas glorias del polo en Estados Unidos, dejaron su huella en la Argentina. Para Jared Zenni, lo mejor está por venir.
Susto para La Dolfina
El triunfo por 13-8 no deja de ser holgado, pero no le resultó fácil a La Dolfina sortear a La Albertina Abu Dhabi, en el partido que cerró la jornada en el predio de la AAP en Pilar. El equipo de Adolfo Cambiaso entró en el 6° chukker 8-7 y 10-8 al último, aunque lo resolvió bien ante un equipo que dio una batalla y nunca se rindió.
“No estuvimos finos, pero no recuerdo haber jugado un partido de este nivel en una cancha así. Además influyó el viento y que el contrario jugó muy bien”, aceptó Pablo Mac Donough. “Tampocoestátanmalhaber ganadoporcincogoles. Nosdejauna buena sensación. Seguimos ganando partidos de la zona. Ahora viene La Cañada y después una dura semifinal con Las Monjitas”.
El certamen continuará el fin de semana, en Pilar, con la 4ª fecha.