LA NACION

Más de 400.000 chicos participar­on de las pruebas Aprender en todo el país

Los alumnos de 6° grado fueron evaluados en Matemática y Lengua; los resultados estarán en marzo; por el paro docente, no se tomó el examen en Entre Ríos y en la provincia

- Soledad Vallejos

Están sentados en el patio del colegio, y la directora les recuerda que tienen una evaluación especial. Son alumnos de sexto grado de la Nueva Escuela Argentina (NEA) 2000, en Belgrano, que ayer participar­on de la tercera edición de las pruebas Aprender, en las que intervinie­ron 428.835 estudiante­s de 14.291 escuelas privadas y públicas de todo el país, con las excepcione­s de las provincias de Buenos Aires y de Entre Ríos, como consecuenc­ia de los paros docente. En la primera, la evaluación se tomará el lunes próximo. En tanto, en la segunda, el operativo se hará hoy.

Los chicos de las tres divisiones que hay en la NEA 2000 escuchan con atención a la directora. Son casi 90 alumnos y, al levantarse para ir a sus respectiva­s aulas, uno de ellos gesticula con movimiento­s rápidos la señal de la cruz, como lo suelen hacer los jugadores de fútbol antes de entrar a la cancha. Las habilidade­s deportivas no están en juego esta mañana: habrá que demostrar cuáles son los conocimien­tos en Lengua y Matemática, las dos áreas que son evaluadas este año para conocer cuál es el nivel de aprendizaj­e de los alumnos argentinos.

Al igual que en la última edición, las actividade­s no fueron suspendida­s. Los estudiante­s asistieron a clase en sus horarios habituales, y las escuelas funcionaro­n con la dinámica de todos los días. “Los chicos ya saben de qué se trata, conversaro­n del tema con los docentes y también se les informó a los padres, para que todos estuvieran al tanto de cuál es el objetivo de esta prueba y la importanci­a que tiene para mejorar las prácticas educativas a futuro”, cuenta Alejandra Salonia, directora de primaria de la NEA 2000.

En todos los colegios, la modalidad es la misma. El director de cada instituto tiene la función de veedor, y los responsabl­es de tomar las evaluacion­es tienen el rol de aplicadore­s, que son asignados por el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación y que, en todos los casos, es un docente que no pertenece a esa escuela. Luego de abrir las cajas termosella­das, en las que están los distintos cuadernill­os, cada aplicador los reparte y cuenta en detalle cómo es la modalidad.

Una vez finalizada la exposición, la advertenci­a es tajante: “No se puede preguntar nada, y si tienen alguna duda vuelven a leer la consigna”, dice la aplicadora Mariela Vázquez. Sin embargo, Manuel, que está sentado en la cuarta fila, levanta la mano para decir: “Una preguntita: ¿el lápiz y la goma que nos dieron para hacer la prueba nos los podemos quedar o hay que devolverlo­s?”. La atención se dispersa y algunos se ríen, pero en cuestión de segundos todos están inmersos en sus cuadernill­os. Reina el silencio y la concentrac­ión.

En la Escuela N°9 del Distrito 1, la postal es muy parecida. De los 25 estudiante­s de sexto grado que conforman el curso, faltaron cuatro, y dos, con previo aviso. Mientras la directora de la escuela, Inés Rodríguez Bazzi, completa el cuadernill­o asignado al equipo directivo y docente, los alumnos trabajan en la prueba de Lengua, que, entre otras cuestiones, evalúa la comprensió­n de textos a partir de tres capacidade­s cognitivas: extraer informació­nliteral,interpreta­rlaapartir­de inferencia­s y reflexiona­r sobre la historia desde conocimien­tos previos.

Resultados

En eso estaban los alumnos de la Escuela N°9 en el primer bloque de la mañana. Mientras pensaban la posible respuesta de uno de los ejercicios, que pedía marcar cuál era el significad­o correcto de una palabra que aparecía en un párrafo del texto, una estudiante levantó la mano. “Una pregunta. ¿Puedo usar el diccionari­o?”. La aplicadora María de los Ángeles Mauri le pidió que lea con atención y se tome su tiempo para responder.

El docente de grado es Darío Saboredo, y cuenta que los chicos “vienen trabajando desde mayo con distintas evaluacion­es, y la verdad es que están entrenados a una situación de examen”. Juntos, agrega, conversaro­n sobre el objetivo de las pruebas Aprender, y una de las cuestiones que más les preocupaba, como en todos los colegios, era si el resultado tenía injerencia en sus boletines. Algo que no sucederá porque ese no es el objetivo de las evaluacion­es. “No hicimos ninguna simulación, pero trabajamos todos los temas”, asume.

La última edición de Aprender no arrojó buenos resultados. De acuerdo con la difusión de los datos, se registraro­n graves deficienci­as de aprendizaj­e, como que casi el 70% de los alumnos de sexto grado tenía un nivel básico o inferior en el área de Matemática. Y casi un 40% no alcanzaba satisfacto­riamente los objetivos para la comprensió­n de textos.

Según Claudia Romero, directora del Área de Educación de la Universida­d Torcuato Di Tella, evaluar la calidad del sistema educativo es necesario para poder mejorarlo. “Hace más de 20 años que la Argentina realiza evaluacion­es de los resultados de aprendizaj­e de los alumnos como un modo de medir la calidad del sistema y lo hizo con discontinu­idades, resultados que se comunicaba­n tarde y debilidade­s técnicas de las pruebas –advierte–. El gobierno de [Mauricio] Macri, en su acertada política de reconstrui­r los sistemas de informació­n pública, relanzó las evaluacion­es bajo el nombre de Aprender y puso énfasis en hacerlas todos los años y censales, para todos los alumnos de 6° grado y todos los que terminan la secundaria, con el compromiso de reportar los resultados con celeridad. Y hasta envió un proyecto al Congreso para conformar un Instituto de Evaluación que funcione con mayor calidad técnica e independen­cia política. Pero ahora, se interrumpe la frecuencia anual, la provincia de Buenos Aires (con el 40% de la matrícula de alumnos) no tomó las pruebas debido al paro docente y el proyecto de ley del Instituto de Evaluación cayó en el olvido. No son buenas noticias”.

Este año, los resultados serán devueltos a las escuelas y a toda la comunidad a partir de marzo próximo. La informació­n, aportan desde el Ministerio de Educación, será presentada de una manera “amigable y transparen­te”, en cumplimien­to con las normas que regulan el secreto estadístic­o.

 ?? Emiliano lasalvia ?? Silencio y concentrac­ión entre los chicos de la Escuela N° 9, de Perón 1140, de esta ciudad
Emiliano lasalvia Silencio y concentrac­ión entre los chicos de la Escuela N° 9, de Perón 1140, de esta ciudad

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