ENTREGÓ MIL PRÓTESIS 3D EN VIAJE POR LA PATAGONIA
Con una impresora 3D, el equipo que encabeza el inventor Gino Tubaro ofrece, gratis, las piezas a los que las necesitan; ya recorrieron la Patagonia y ahora siguen su trayecto por el centro del país
EL CALAFATE.– “Me pasé toda la vida tratando de esconder la mano. Mi gran objetivo era que pasara inadvertida y que no vieran mi carencia. Ahora, siento que esta mano ha generado un gran cambio emocional en mí”. Con esas palabras, Dafne Moreno, de 32 años, relata cómo cambió su realidad cuando hasta esta localidad llegó el equipo de jóvenes de la ONG Atomic Lab a entregarle una prótesis, que imprimieron en 3D en el baúl de una camioneta con la que recorren el país.
El #Argentinatón es el nombre del viaje que concibió el joven inventor Gino Tubaro para entregar las prótesis. “¿Y si salimos de Buenos Aires y vamos a llevarlas nosotros?”, se preguntó, y lanzó el deseo en forma de tuit. “Enseguida nos llegaron respuestas de todos lados y así empezamos a organizar los viajes”, cuenta a la nacion en un descanso de su recorrido por la patagonia, que desde anteayer continúa por el centro del país.
La historia de Moreno se repite en todos los rincones patagónicos. Ella nació sin las falanges de los dedos de una mano. Cuando era chica les pedía a sus padres que buscaran la forma “de arreglarle la mano”. Ellos agotaron las consultas con médicos, pero no tuvieron respuesta. Eso no la detuvo para aprender a tocar el piano o tipear en el teclado de la pC. Hace un año, encontró a Atomic Lab en internet. Se registró como voluntaria, donante y pidió la prótesis. Y 12 meses después se la entregaron. “Al ser una mano atómica de colores llamativos… va a visibilizar lo que durante tantos años oculté: mi cambio pasa a ser una superación a nivel emocional y psicológica. Sí, a mí me pasó esto, yo nací con esto y hoy lo muestro”, cuenta Moreno.
Todos los integrantes de la ONG son voluntarios convencidos de que no se pueden pagar miles de dólares cuando una persona puede acceder a una prótesis impresa en 3D por uS$20, en promedio. En este viaje, además deTubaro, participan Aldano pelusso y Alexia Gozuk, y un equipo que documenta la experiencia.
Los pedidos los reciben por la web de la ONG. por eso, saben que hay una enorme demanda y las soluciones actuales provistas por privados, obras sociales y el mismo Estado no son fáciles ni económicas. “Las prótesis tienen un costo aproximado que va de uS$7500 a más de uS$15.000, mientras que con impresión 3D se pueden hacer por un precio aproximado de uS$20”, indican.
Anteayer comenzaron la última etapa del recorrido por localidades de la costa atlántica, Mendoza, San Luis y San Juan. prevén que cuando terminen habrán recorrido más de 30.000 km y entregado, desde que empezaron a hacerlas, en 2014, unas 1000 prótesis. Todos los pedidos se hacen a través de www.atomiclab.org.
Ese fue el caso de Claudio paniagua, de 43 años, que nació en Quilmes, pero hace varios años que se radicó en río Grande, Tierra del Fuego. “Siempre me imaginé cómo me vería si tuviera los dedos de la mano”, cuenta. Cuando tenía siete meses, en un accidente hogareño, perdió los cuatro dedos de la mano izquierda. Desde entonces siente que sufrió discriminación. Su esposa registró su caso en la página de Atomic Lab y hace unos días recibió la prótesis. “Estos chicos tienen una bendición enorme”, dice.
Clarita Marcoveski tiene seis años y vive con sus padres, Iván y roxana, y su hermano pedro en San Martín de los Andes. Según cuentan sus padres, es muy inquieta, le gusta andar en bicicleta, sabe andar a caballo, practica esquí y juega al fútbol. Ella está entre los chicos que recibieron una prótesis.
Lucio tiene cuatro años, vive en Viedma, río Negro, y por una mala praxis al nacer perdió los dedos de la mano derecha. Sin embargo, eso no le impide jugar todo el día con sus autitos y sus hermanos Felipe y Ailin. A él también le entregaron una prótesis de mano. “Hay chicos tímidos, después se van soltando, algunos hasta hacen un calendario mientras esperan a que lleguemos, otros nos mandan fotos y videos”, cuentan los inventores.
Agradecimientos
“Fue muy emocionante darle la prótesis a Juan, un trabajador petrolero que perdió la vista, una mano y un brazo en un accidente, en Cutral-Có”, relata pelusso, estudiante de Ingeniería en Sistemas y uno de los cerebros de Atomic Lab. Es la primera vez que entregaban una prótesis a una persona ciega. Cuenta que la reconoció a través del tacto. Esa escena los conmovió. Ante esas situaciones, se entiende por qué las redes sociales de la ONG están llenas de palabras de aliento y de agradecimiento.
Los adultos mayores son los que tienen menos esperanzas. “por eso cuando se las damos y las prueban se les transforma la cara”, cuentan los inventores.
Algo así le sucedió a Hernán Sepúlveda, de 74 años, cuando recibió su prótesis. Él vive solo en Villa La Angostura, en un terreno que comparte con su hija. Cuando hace siete años trabajaba como carpintero, sufrió un accidente y perdió la mano izquierda. Hoy está retirado, cocina, sale a caminar y, sobre todo, ama los caballos y la vida de campo.
Tubaro tenía 16 años cuando empezó a diseñar e imprimir prótesis. Entregó la primera a Felipe, un chico de nueve años, que hoy es su amigo. “Queremos terminar el año con 1000 manos entregadas. Estamos cerca”, se entusiasma, el joven, que habla en voz baja y en forma didáctica, como el que está acostumbrado a explicar muchas veces, lo mismo.
“Creo que lo que están haciendo es algo trascendental, un paso muy grande para la aceptación, para la visibilidad, para que uno no tenga que hablar de inclusión, sino ver que todos, con nuestras diferencias, somos iguales. Voy a estar eternamente agradecida. A mí y a mucha gente nos hicieron muy felices”, dice Moreno.
Hoy en Atomic Lab buscan personas con conocimientos en desarrollo web, diseño 3D o simplemente a quienes que tengan ganas de ayudar para sumar al equipo. Se puede conocer más en: www.AtomicLab. org/SerParte.