Tenso encuentro entre el hijo del periodista y Mohammed antes del “Davos del desierto”
La recepción, a la que también asistió el rey Salman, fue en el palacio de la monarquía saudita
RIAD.– Horas antes de su presentación ante un ensombrecido foro internacional que busca atraer inversiones a Arabia Saudita, el príncipe heredero, Mohammed ben Salman, recibió ayer en el palacio real, junto a su padre, el rey Salman, al hijo del periodista opositor Jamal Kashoggi, asesinado el 2 de octubre en Estambul.
La fotografía oficial del encuentro muestra un tenso estrechamiento de manos entre el hijo de Kashoggi, Salah, y Mohammed, de quien Turquía sospecha que es el autor intelectual del asesinato del columnista de The Washington Post.
El rey y el príncipe ofrecieron ayer sus condolencias también al hermano del periodista disidente, Sahel ben Ahmed Khashoggi, y tanto el hermano como el hijo se mostraron agradecidos, informó la agencia oficial SPA.
Según fuentes citadas por la agencia norteamericana AP, los hijos de Khashoggi tienen prohibición de salir del país desde hace un tiempo.
Poco después de esa recepción en el palacio, Mohammed se trasladó a la sede del evento Iniciativa de Inversión Futura, donde buscó presentar el foro, al que se conoce como el “Davos del desierto”, como un éxito económico. De hecho lo calificó como “genial”. “Más gente, más dinero”, dijo. Incluso especificó que la conferencia ya produjo acuerdos valorados en 50.000 millones de dólares.
Sin embargo, a diferencia de otros años, varios políticos occidentales y jefes de negocios globales no asistieron al principal evento económico
anual del reino, en repudio al escándalo internacional alrededor del caso Khashoggi, desaparecido del consulado de Estambul el 2 de octubre.
Después de dos semanas de haber negado cualquier participación en su desaparición, Riad aseguró el viernes que Khashoggi falleció durante una pelea a golpes de puño en el consulado. Más tarde, un funcionario saudita atribuyó la muerte a un estrangulamiento.
El año pasado, la Iniciativa de Inversión Futura había congregado a figuras como la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, y los CEO de las principales empresas mundiales.
Aunque esta vez no hubo presencias destacadas, más de 2000 espectadores aplaudieron y vitorearon cuando ingresó en el salón principal Mohammed, el gobernante de facto del reino y arquitecto de una campaña de reforma.
La reunión se celebra en el opulento Ritz-Carlton, el mismo lugar donde el año pasado poco después de finalizada la conferencia económica global, decenas de príncipes, empresarios y funcionarios fueron detenidos, supuestamente en una ofensiva contra la corrupción.
En declaraciones realizadas ayer en la sesión de apertura, la prominente empresaria saudita Lubna Olayan, hizo referencia al asesinato del columnista de The Washington Post y dijo que era un acto “extraño para nuestra cultura”. Expresó también su confianza en que el reino “saldrá más fuerte” luego de este incidente.
El ministro de Energía saudita, Khalid al-Falih, también reconoció que el mayor exportador mundial de petróleo está pasando por “un tipo de crisis”, pero remarcó que eso no le impedirá seguir avanzando con sus reformas económicas.
Según se informó, durante el foro, Arabia Saudita firmó 25 acuerdos vinculados con las industrias del petróleo y gas e infraestructura con empresas como Trafigura, Total, Hyundai, Norinco, Schlumberger, Halliburton y Baker Hughes.
En tanto, Saudi Aramco, la petrolera estatal, informó que firmó 15 memorandos de entendimiento por unos 34.000 millones de dólares.