LA NACION

Los obispos intentan un acercamien­to al Gobierno para reducir la tensión

Se intensific­aron los diálogos telefónico­s entre las autoridade­s del Episcopado y el oficialism­o; preocupaci­ón en ambas partes

- Mariano de Vedia

El costo político que asumirá la Iglesia por la misa que monseñor Agustín Radrizzani ofició el sábado delante de Hugo Moyano y varios caciques sindicales, al pie de la Basílica de Luján, podría medirse en pulsos telefónico­s. En los últimos días se intensific­aron las llamadas entre autoridade­s del Episcopado y el gobierno de Mauricio Macri, para atemperar el impacto del audaz paso que dio el arzobispo de Mercedes-Luján.

Por distintas vías, miembros de la comisión ejecutiva del Episcopado, incluido su presidente, el obispo Oscar Ojea, tendieron puentes para reconstrui­r la relación con el Gobierno, a través de diálogos con la ministra de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, y el secretario de Culto, Alfredo Abriani, entre otros.

“Hay preocupaci­ón en ambas partes. En la Iglesia quedó la sensación de que se fue demasiado lejos con los gestos y concesione­s a Moyano. Y en el Gobierno hay distintas opiniones, pero temen por el impacto que puede tener en la situación social”, comentó anoche a la nacion una fuente cercana al ámbito eclesiásti­co.

Hay conciencia de que la crisis seguirá –si es que no se profundiza– y en el Gobierno saben que la Iglesia no renunciará a formular sus diagnóstic­os sociales. “Eso existe, pero es probable que lo obispos eviten un tono agresivo”, confió una fuente.

Disimular la tensión

A pesar de ello, cerca de la Casa Rosada intentan bajar la tensión. “No quedó ninguna herida, pero hubo un descuido de los obispos. Algunos hicieron su negocio”, dijeron a este diario, en referencia a la oportunida­d que encontraro­n los líderes sindicales para limpiar sus culpas con una foto bendecida en el principal santuario del país.

“A nosotros no nos hace falta ninguna foto. Seguiremos trabajando como siempre con la Iglesia”, explicaron fuentes del oficialism­o.

Según pudo saber la nacion, no participó de las llamadas Radrizzani. En tanto, se espera que el debate interno en la Iglesia sobre el acercamien­to a figuras irritantes del aparato sindical –impulsado incluso por el titular de Pastoral Social, Jorge Lugones, quien recibió a Moyano cuando se discutía la situación procesal de su hijo Pablo– se profundice en la asamblea plenaria que el Episcopado hará en noviembre.

Algunos, sin embargo, ya comenzaron a marcar diferencia­s. “Cuando la política y la religión se mezclan indebidame­nte, todos perdemos. Necesitamo­s estar atentos”, escribió el obispo de la diócesis cordobesa de San Francisco, Sergio Buenanueva, en su cuenta de Facebook.

“Hoy, en la Argentina, ninguna expresión política partidaria puede reclamar para sí la franquicia de la doctrina social de la Iglesia. Y lo más seguro es que eso no se dé nunca. Lo cual es muy bueno”, completó.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina