Carrió escuchó las explicaciones del Gobierno y aceptó una tregua
Torello y Rodríguez Simón minimizaron el rol de Angelici y destacaron avances en materia judicial; la diputada bajará el perfil
Los llamados se sucedieron y, con ellos, la intención de aplacar a la indomable e incómoda aliada. Elisa Carrió recibió en las últimas horas llamados y visitas de sus “amigos” del macrismo, dirigentes cercanos al presidente Mauricio Macri, que intentaron explicarle los “logros” del Gobierno en materia judicial para conseguir, al menos, una tregua en las feroces críticas que dirigió a medio gabinete, incluido el propio Presidente.
Carrió, reconocen a su lado, los escuchó y decidió tomarse unos días de silencio mediático para “distender” su vínculo con el poder, y sobre todo con el primer mandatario, que prefirió no contestarle aun cuando la diputada dijo que había “perdido la confianza” en él, en lo relativo a la lucha contra la corrupción.
Pero eso no quiere decir que los argumentos del “ala judicial” del Gobierno la convencieron. Todo lo contrario: ella misma cree que sus dardos hacia el “operador judicial” Daniel Angelici se quedaron cortos.
¿Qué argumentos usaron los interlocutores del Gobierno? Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, legislador del Parlasur, y el asesor presidencial todoterreno José Torello le insistieron a Lilita sobre el rol “secundario” de Angelici en el mundo de Comodoro Py. “No tiene la influencia que dice que tiene, está sobrevalorado”, le explicaron, según pudo saber la nacion.
Le expusieron, además, que el presidente de Boca Juniors no participa desde hace rato de la “mesa judicial” operativa de Pro, que integran el secretario de Legal y Técnica, Pablo Clusellas; el subsecretario de Relaciones con el Poder Judicial, Juan Mahiques; el procurador del Tesoro, Bernardo Saravia Frías; el ministro de Justicia, Germán Garavano, y Torello. “Nombramos 250 jueces en tres años, vamos a terminar en 350. Se fue [Norberto] Oyarbide, se destituyó a 18 jueces, Justicia Legítima fue desarmada, hay renovación y aires nuevos”, le comentaron a la diputada.
En el macrismo se desligaron, además, de la reciente y polémica absolución del expresidente Carlos Menem en la causa por el contrabando de armas. “Son veinticinco años de impunidad, ¿ahora tenemos la culpa nosotros?”, le explicaron.
Cosas peores
Y repitieron el mismo argumento sobre la eventual “protección” a Cristina Kirchner (el principal argu- mento de pedido de juicio político de Carrió a Garavano). “No podemos hacer nada, ¿le vamos a decir lo que tiene que hacer a [Claudio] Bonadio?”, se defendieron cerca del Presidente, más allá de que en la Casa Rosada creen –y confían– en que la expresidenta será finalmente quien compita contra Macri en las presidenciales del año que viene.
¿Y Carrió? “Ella los escucha, pero también a quienes le cuentan cosas peores de Angelici”, afirman a su lado.
“Va a dejar de salir en los medios, pero eso no quiere decir que no siga pensando lo que piensa”, responde uno de sus habituales interlocutores de la CC-ARI. “Es bueno que haya tensiones, en Cambiemos pasa y en otros partidos no. El sistema quiere volver atrás, y nosotros no queremos eso”, afirmó a la nacion Fernando Sánchez, secretario de Fortalecimiento Institucional y, a la vez, cercano a Carrió.
La diputada, eso sí, aceptó las explicaciones oficiales sobre el titular de la AFIP, Leandro Cuccioli, a quien el Presidente considera “intachable”, y a quien la diputada había acusado por el despido de tres funcionarios de carrera de la entidad recaudatoria. Allí, también el jefe de Gabinete, Marcos Peña, habría sumado buenas referencias del joven funcionario.
“Confiamos en la buena fe de Carrió, que ha dado su vida en la lucha contra la corrupción. Tiene sus modos, y entendemos que no pueda dar pasos para atrás después de todo lo que dijo. Si hicimos algo mal, lo corregimos”, afirmaron en el riñón macrista, esperando que una nueva colisión entre la diputada y algún miembro del Gobierno no se materialice en las semanas que vienen.