Flujos inmigratorios
La presión de los inmigrantes que escapan de la pobreza y la violencia se está haciendo sentir con gran intensidad en distintos lugares del escenario internacional. Son grupos que presionan visiblemente, tanto sobre la vieja Europa como sobre los Estados Unidos.
En el primer caso, se trata de migrantes provenientes de Medio Oriente y del norte de África que pugnan por ingresar, generalmente a través de Turquía y Austria, a algunos países de la Unión Europea.
En el segundo, se trata fundamentalmente de centroamericanos que escapan de sus desesperantes realidades nacionales en busca de paz y oportunidades.
En las últimas semanas, una columna de cuatro mil hondureños ha ingresado en Guatemala, con la pretensión de llegar –a través de México– a territorio norteamericano.
Advertido de esta circunstancia, el presidente Trump ha señalado que no los dejará ingresar en su país y que, de ser necesario, sellará la frontera con México, desplegando allí el personal de seguridad y militar que fuere requerido.
Lo cierto es que el problema no se resolverá si no se atacan las razones mismas que provocan las migraciones. Ellas son, fundamentalmente, dos: la pobreza y la violencia que destruye la seguridad personal. Esto requiere un esfuerzo para modificar las situaciones nacionales que provocan las caravanas de desesperación que escapan de realidades que ya se han transformado en insostenibles para quienes aspiran a vivir con decencia y seguridad.
Como suele suceder, las organizaciones criminales y el narcotráfico forman parte de la realidad que provoca las migraciones. Enfrentarlos con un esfuerzo conjunto es la clara urgencia de la hora. Si los flujos migratorios se transforman en avalanchas, la delicada situación actual podría hasta derivar en peligrosos episodios de violencia. Por esto, tanto en Europa como en América, se debe enfrentar la triste realidad que las migraciones evidencian, tratando de mitigar, con urgencia, las razones profundas que derivan en esas huidas desesperadas hacia un mejor futuro fuera de los países de origen.