La actividad repuntó 1,3%
Ya sin el impacto de la sequía, tuvo un repunte de 1,3% en la comparación mensual; prevén bajas en septiembre y octubre
Fue en agosto respecto de julio; bajará en septiembre.
Ya sin el efecto negativo de la sequía, la economía cayó 1,6% en agosto y acumuló su quinto mes consecutivo de baja en un período de transición entre los dos golpes más significativos de la corrida cambiaria en el año y las consecuencias políticas de la fórmula de estabilización implementada por el Gobierno.
Esta vez, el impacto negativo apareció en los rubros vinculados al comercio, la industria y el transporte, y no en el agro, que tuvo un leve avance sectorial. Como dato positivo, en la medida mensual desestacionalizada, la economía mostró una expansión de 1,3%, número que se sumó al buen resultado que la economía ya había mostrado en julio, según las cifras del Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) del Indec.
Sin embargo, los especialistas consultados estimaron que esa recuperación en el margen volverá a terreno negativo en septiembre y octubre por el shock cambiario del mes pasado, la aceleración inflacionaria y el impacto de las altas tasas.
Por sectores, más allá de la pesca (que creció 13,2%), el rubro con mayor peso en el índice con datos positivos fue el de intermediación financiera (+7,1). También mostraron números en verde las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (+1,2) y el agro (+2,2%).
Por otro lado, los peores resultados del índice fueron para transporte y comunicaciones (-3%), comercio mayorista, minorista y reparaciones (-5%), y la industria, que cayó 4,1% (el índice de FIEL de septiembre reflejó una caída de 8,7%).
“Es positiva la recuperación en el margen del desestacionalizado. Ya van dos meses consecutivos, julio y agosto, pero hay que tener en cuenta que eso se debe a que ya pasó el factor negativo de la sequía y a que hubo en julio y agosto cierta estabilización cambiaria”, afirmó a la nacion el director de EcoGo, Federico Furiase. “Dudo de que en septiembre y octubre se pueda seguir sosteniendo esa recuperación en el margen con el shock cambiario, que impulsó la inflación muy por arriba de los salarios y llevó a un aumento de la tasa de interés que enfrió mucho el crédito”, adelantó.
“La reducción de la volatilidad macroeconómica de julio y las primeras dos o tres semanas de agosto, el fin de la cosecha gruesa, que impactó fuerte en el segundo trimestre, y un mejor desempeño de Brasil redundaron en un recuperación del nivel de actividad durante los dos primeros meses del tercer trimestre”, señaló Gabriel Caamaño, economista de la consultora Ledesma.
“Sabemos que septiembre probablemente sea malo porque volvió la volatilidad”, dijo, y agregó: “Sí me interesa subrayar que, aun en el peor de los casos, el nivel de actividad del tercer trimestre va ser mejor que lo que se esperaba hace unos meses y eso impacta sobre las expectativas de arrastre negativo que 2018 le deja a 2019, lo que a su vez termina mejorando las proyecciones de crecimiento económico para el año que viene”.
“Los datos aún no contemplan los coletazos del último salto del tipo de cambio a fines de agosto y es de esperar que los próximos meses vuelvan a mostrar un retroceso de la actividad producto de la inestabilidad cambiaria, las altas tasas y la pérdida de poder adquisitivo reinante en estos meses”, coincidió Melisa Sala, economista de la consultora privada LCG.
LCG pronostica una caída piso de 2% anual, que dejaría un arrastre estadístico negativo de 3 puntos porcentuales para el año que viene. “Pero no descartamos que en 2019 la actividad pueda crecer”, cerró.