Aumenta el hostigamiento a periodistas y encuestadores con amenazas y hackeos
Bolsonaro atacó al diario Folha de S. Paulo, que reveló un supuesto esquema de fake news del exmilitar
RÍO DE JANEIRO (De nuestro corresponsal).– Si hay un frente que se prevé conflictivo en un eventual gobierno de Jair Bolsonaro es la relación que tendrá con la prensa.
Luego de que el diario Folha de S. Paulo reveló la semana pasada que empresas de simpatizantes del candidato ultraderechista habían contratado agencias de marketing digital para montar un enorme esquema de divulgación de noticias falsas a través de WhatsApp, el propio aspirante presidencial y sus partidarios lanzaron una campaña de hostigamiento contra el mayor periódico de Brasil.
“¡La vida fácil de Folha de S. Paulo se va a acabar, pero no con censura! El dinero público que reciben para hacer activismo político se va a secar. Y, es más, con su credibilidad debilitada, sus informaciones tendenciosas son menos serias que una revista de chistes”, escribió en las redes sociales el propio representante del Partido Social Liberal (PSL).
En tanto, Folha de S. Paulo anunció que pidió a la Policía Federal investigar amenazas que recibieron en los últimos días la periodista que estuvo a cargo de la investigación que golpeó la imagen de Bolsonaro, Patricia Campos Mello, y el director de la encuestadora Datafolha –que forma parte de la compañía–, Mauro Paulino, quien había ratificado el alto crecimiento de mensajes de fake news (noticias falsas) en las redes de WhatsApp en las últimas semanas.
Según el matutino paulista, el celular de Campos Mello fue hackeado. Parte de su contenido fue bo-
rrado y desde su número fueron enviados mensajes a favor de Bolsonaro a contactos de su agenda telefónica.
Asimismo, la periodista recibió dos amenazas telefónicas y ha sido blanco constante de ofensas y críticas en grupos de redes sociales que apoyan al candidato ultraderechista. Paulino, el director de Datafolha, también fue amenazado en su casa y por internet por presuntos seguidores de Bolsonaro.
Como resultado de las revelaciones de financiamiento ilegal de las campañas políticas que trajo a la luz la operación anticorrupción Lava Jato, la actual legislación electoral prohíbe las donaciones de empresas a los partidos y candidatos.
Si la Justicia comprobara que compañías de simpatizantes de Bolsonaro pagaron para montar la “guerra sucia” con noticias falsas, la candidatura del PSL podría ser castigada incluso con una impugnación.
En un encuentro ayer con la misión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que vino a monitorear las elecciones brasileñas, el rival de Bolsonaro, Fernando Haddad, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), se quejó por la gigantesca diseminación de contenidos falsos sobre él y sus propuestas. El exalcalde de San Pablo además apuntó a las agresiones que han sufrido militantes petistas de parte de seguidores de Bolsonaro.
A la salida de la reunión, la jefa de la misión de la OEA, la expresidenta costarricense Laura Chinchilla, aclaró que los observadores no encontraron ninguna irregularidad en la votación de la primera vuelta, pero que el uso de informaciones falsas en las elecciones brasileñas ha alcanzado niveles altísimos.
“El fenómeno que estamos viendo en Brasil tal vez no tenga precedentes, fundamentalmente por una razón: es que la mayoría de las fake news, al contrario de campañas electorales en otros países del mundo, en el caso de Brasil se están divulgando por una red privada que es WhatsApp. Es una red que tiene muchas complejidades para que las autoridades puedan acceder y realizar investigaciones”, advirtió Chinchilla.