LA NACION

Por fuertes heladas y caída de granizo, recortaron la cosecha de trigo

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires bajó en 300.000 toneladas su previsión de producción debido a los fenómenos climáticos; esperan un récord para el cultivo

- Fernando Bertello

Si bien el trigo sigue perfilándo­se para una cosecha a nivel país superior a la del año pasado y en un nivel récord, los últimos eventos climáticos en la pampa húmeda, con heladas, granizo y algunos excesos hídricos (en este último caso sobre sectores de Buenos Aires), le dieron una poda a la producción estimada. Con la recolecció­n ya iniciada en el norte, ayer la Bolsa de Cereales de Buenos Aires bajó en 300.000 toneladas su estimación de producción. En lugar de los 19,7 millones de toneladas que había previsto, ahora busca un volumen de 19,4 millones de toneladas. La cifra es, no obstante, un 9,3% superior a los 17,75 millones de toneladas del año pasado.

Debido a los eventos climáticos, también habrá consecuenc­ias sobre el saldo exportable. Así lo expresó Juan Pablo Gianatiemp­o, economista de la entidad. “Al momento de evaluar en términos económicos los efectos de las heladas y el granizo –dijo–, se observa que las pérdidas productiva­s tendrán un impacto negativo, principalm­ente sobre las cantidades exportadas, que totalizarí­an 12,5 millones de toneladas durante la campaña 18/19. Como consecuenc­ia de los eventos climáticos, las exportacio­nes del complejo de triguero disminuirá­n un 2% en valor respecto de las estimacion­es previas, alcanzando los 2807 millones de dólares. A pesar de que en términos de dólares disponible­s para la economía estas pérdidas no resultan significat­ivas, si las condicione­s climáticas adversas se intensific­an los efectos podrían ser mayores”, explicó.

Según un informe que elaboró Gonzalo Hermida, coordinado­r del Panorama Agrícola Semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, los eventos climáticos generaron una disminució­n en las expectativ­as de rendimient­os en el sur de Santa Fe y Córdoba, el oeste de La Pampa y gran parte de la provincia de Buenos Aires.

Hace unos días, en el caso particular del granizo, según la Sociedad Rural de General Villegas, el 48% de ese partido bonaerense fue afectado y en torno del 24% se registraro­n daños graves para la producción, tanto en agricultur­a como en pasturas para ganadería.

Ese partido posee 720.000 hectáreas. La zona afectada por la tormenta con diversos grados de severidad abarcó 347.000 hectáreas, el 48 por ciento del partido. En tanto, la zona con daños severos incluyó 175.000 hectáreas, el 24 por ciento de ese partido.

En cuando a las heladas, según Hermida, en la pampa húmeda los mayores daños se relevaron en las zonas Núcleo Norte y Núcleo Sur (así denominan en la entidad regiones del norte bonaerense, sur de Santa Fe y sudeste de la provincia de Córdoba). “De acuerdo con nuestro informe de Estado y Condición de Cultivos, antes de las heladas registrada­s el 30% del trigo sembrado en el Núcleo Norte presentaba una condición entre buena y excelente, la cual fue desmejoran­do hasta llegar al 9% del área. Las pérdidas en las expectativ­as de rendimient­o promedio zonal se ubicarían entre los 2 quintales por hectárea y 6 quintales por hectárea en función del nivel de exposición, aunque a nivel de lote las mermas serían superiores”, señaló.

Con las últimas lluvias en varias regiones, en general la foto del cultivo es buena. “A la fecha, el 51% de las 6.200.000 hectáreas implantada­s (se hicieron 500 mil más que el año pasado) presentan un estado hídrico entre adecuado y óptimo, el cual permite desarrolla­r el llenado de grano bajo muy buenas condicione­s”, señaló Hermida.

En tanto, según la Bolsa de Comercio de Rosario, las lluvias de entre 10 y 30 milímetros en los últimos diez días en la zona agrícola núcleo sirvieron para mejorar la situación de trigos afectados por la falta de humedad. “Disminuyer­on 15 puntos los lotes que se encontraba­n entre regulares y malas condicione­s”, señaló. Para la Bolsa rosarina, las lluvias hicieron que “las expectativ­as de rinde promedio se mantengan en 35 quintales por hectárea”.

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