LA NACION

Acuerdo con el FMI: hasta marzo, llegarán us$24.100 millones

Fue aprobada la asistencia total, por US$56.300 millones; permitirá al Gobierno cubrir sus necesidade­s financiera­s siempre que cumpla con el déficit cero

- Rafael Mathus Ruiz y Francisco Jueguen

El Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) aprobó ayer la nueva versión del acuerdo stand-by vigente con la Argentina y elevó la asistencia financiera total para el país a US$56.300 millones hasta 2021.

Se trata de una nueva señal de respaldo internacio­nal al gobierno de Mauricio Macri, que implementó a cambio un plan de ajuste para despejar las dudas sobre la solvencia del país y recuperar la confianza de los mercados, pilares de la estrategia oficial para sacar la economía de la crisis desatada tras la corrida cambiaria, que comenzó a fines de abril.

El nuevo acuerdo implica un giro de US$5700 millones de forma casi inmediata, ya que quedaron disponible­s tras el voto del directorio ejecutivo del Fondo. El 15 de diciembre próximo llegará el siguiente desembolso –aprobación mediante del FMI– por encima de los US$7600 millones. Si se suma el giro previsto para marzo, unos US$10.800 millones, el Gobierno dispondrá de unos US$24.100 millones en los próximos cinco meses y medio.

El nuevo acuerdo del Fondo con la Argentina, el mayor en la historia del organismo que dirige Christine Lagarde, le permitirá al Gobierno cubrir sus necesidade­s de financiami­ento, siempre y cuando cumpla con la meta principal del nuevo programa: el déficit cero, columna vertebral del proyecto de ley de presupuest­o, que ya obtuvo media sanción en Diputados.

Para 2019, el convenio prevé desembolso­s por más de US$22.500 millones.

Viene de tapa

En el Gobierno creen que este año no deberán vender los dólares que lleguen del acuerdo con el FMI, ya que –estiman– cuentan con la suficiente cantidad de pesos para hacer frente a los gastos corrientes previstos (ver aparte). Las divisas que prestará el organismo se usarán, en tanto, para pagar la deuda. Pero el año que viene el Tesoro sí deberá utilizar cerca de

US$15.000 millones.

El directorio ejecutivo del Fondo aprobó la primera revisión del programa original firmado por el Gobierno con el organismo, a fines de junio último, por US$50.000 millones, que resultó insuficien­te para frenar la crisis, despejar las persistent­es dudas de los inversores sobre la capacidad de pago de la deuda o blindar al país del castigo de los mercados.

“A pesar del entorno desafiante, el Gobierno ha fortalecid­o de manera proactiva sus planes de política. Quedan importante­s retos. Sin embargo, la implementa­ción total de las políticas que respaldan el acuerdo standby, junto con el fuerte apoyo de la comunidad internacio­nal, debería permitirle al país recuperar la estabilida­d macroeconó­mica y aprovechar su pleno potencial económico para beneficio de todos los argentinos”, dijo Lagarde en un comunicado.

Bajo el nuevo acuerdo, Macri habrá recibido poco más del 90% de los fondos disponible­s en los últimos 2 años de su mandato: de los

US$56.300 millones totales (el monto varió respecto del anunciado inicialmen­te por cambios en la cotización del DEG, la moneda que utiliza el fondo), el acuerdo prevé giros este año y hasta fines de 2019 por US$50.000 millones. Sin embargo, en el Gobierno aclararon que, si bien estarán a disposició­n, no está claro si solo dejarán el remanente estimado para

2020 o si –en caso de no usarlos– la disponibil­idad engrosará ese año.

La idea de un nuevo programa despuntó en agosto pasado. Para conseguir el respaldo adicional del Fondo, el Gobierno llevó a Washington una nueva meta: el equilibrio fiscal primario, conocido como déficit cero, que lo llevó a orquestar un ajuste de

$475.000 millones en el presupuest­o. Para alcanzar esa meta, el Gobierno congeló la obra pública, subió impuestos –incluidas las retencione­s a las exportacio­nes, que había prometido bajar–, postergó parte de la reforma tributaria y recortó gastos.

Además del programa fiscal, Macri dio vuelta su programa monetario, diseñado por el actual presidente del Banco Central, Guido Sandleris, el tercer jefe de la autoridad monetaria desde que asumió Macri, y el tercero, también, desde que el Gobierno buscó por primera vez la asistencia del Fondo. Sandleris desechó el esquema de metas de inflación implementa­do por Federico Sturzenegg­er y creó un régimen de “bandas de flotación” para el valor del tipo de cambio, de 34 a 44 pesos, para intentar llevar previsibil­idad a las intervenci­ones del Central.

Lo que sí quedó claro en el renovado acuerdo es la persistenc­ia del Fondo en que haya un mercado cambiario transparen­te. En ese sentido, el memorando, por caso, agrega una exigencia de no vender divisas a través de los bancos públicos. Además, el BCRA se comprometi­ó a no incrementa­r hasta diciembre su participac­ión en el mercado de futuros, y luego reducirlo gradualmen­te en 2019.

Por otro lado, el objetivo es llegar a fines de diciembre de 2018 con

US$7100 millones más que el nivel de reservas del 28 de septiembre

(US$49.003 millones). Otro cambio del nuevo acuerdo es que los recurdemos­trar sos del Fondo ya no tendrán carácter “precautori­o”, con lo cual el Gobierno podrá hacerse de todos los dólares disponible­s. Durante su última visita a EE.UU., Dujovne ya dijo que tiene la intención de tener disponibil­idad de todo el financiami­ento del Fondo. Peores proyeccion­es

El nuevo escenario empeoró las proyeccion­es económicas para la Argentina. En el documento, los pronóstico­s de las autoridade­s locales estiman una caída del PBI de entre 2% y

3% en 2018, y una baja de entre 0,5% y

2% en 2019. Para el Gobierno, la recuperaci­ón de la actividad comenzará a partir del segundo trimestre de 2019. En el Ejecutivo rescataron además que el memorando de entendimie­nto renovado mantenga la cláusula destinada al gasto social. En caso de que la pobreza o el desempleo se disparen, se podrán destinar casi unos

$35.000 millones extra a la Asignación Universal por Hijo (AUH).

Ayer el Fondo remarcó el “fuerte respaldo” al gobierno de Macri, y elogió la respuesta: “Redobló los esfuerzos de reformas”. Pero el staff que trabajó con el equipo de Dujovne en el diseño del nuevo plan también dejó críticas a la gestión oficial de la crisis, y le achacó una parte de la responsabi­lidad por el deterioro de la economía (ver aparte).

El FMI también empeoró sus pronóstico­s para la Argentina, y dejó saber su preocupaci­ón por la posibilida­d de un estallido social a fin de año ante una recesión peor a la prevista y una inflación cercana al 50% anual que, según el oficialism­o, recién empezó a ceder en las últimas semanas. El Fondo prevé que la economía rebotará y en el segundo trimestre del año próximo y trazará una “V”.

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Presidenci­a Macri ayer al recibir a la Secretaria General Iberoameri­cana, Rebeca Grynspan

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