Se busca un obispo
Ya que “una misa no se le niega a nadie”, se busca un obispo que celebre una para los católicos que también queremos pedir por “pan, paz y trabajo”, pero que creemos en el sistema republicano y democrático de gobierno, en la igualdad ante la ley, en el respeto a la vida, los bienes y los proyectos vitales de los otros, en el libre intercambio sin restricciones fronterizas, en el libre tránsito de migrantes y en un Estado que solo se ocupe de sus funciones específicas y no se entrometa en todo aquello que los ciudadanos podamos resolver por nosotros mismos.
Al contrario de lo que muchos (no sabemos cuántos) obispos proponen, creemos que el camino para terminar con la pobreza y la decadencia es deshacernos de la telaraña de privilegios legales en la que estamos atrapados y no el de pretender mejorar la calidad de su tejido. Monseñor, no tema. Dicen que no se requiere autorización papal y que Francisco festeja cuando se hace lío. No necesitamos un templo grande ni escenario, porque ni los políticos, ni los empresarios, ni los sindicatos, ni ninguna otra corporación privilegiada están dispuestos a solventar nuestros gastos de logística. Ni queremos que lo hagan. Aseguramos la ausencia de símbolos partidarios, porque no tenemos partido, y de banderas argentinas, porque no hacemos diferencias de cuna ni nos sentimos mejores que nadie. No necesitará esmerarse en dar sus opiniones de política o economía. Basta con que haga lo que sabe hacer: invocar al Señor, fuente de toda razón y justicia, para que perdone nuestros pecados y nos ilumine en la búsqueda de la verdad y el bien. Preferimos un clima de sereno recogimiento religioso a la bullanga proselitista. Puede esperar donaciones espontáneas y voluntarias de los asistentes, aunque no las garantizamos. Solo le rogamos que respete nuestro derecho a sostener estos principios, sin tildarnos de antipueblo.
Principios al fin y al cabo consagrados por la Constitución y también, caramba, por el Catecismo de la Iglesia Católica.
José E. Eizayaga
DNI 12.821.835