LA NACION

El claro triunfo de Bolsonaro marca una nueva era para Brasil y el Mercosur

El candidato de extrema derecha y exmilitar derrotó al postulante del PT y delfín de Lula, Fernando Haddad, con una diferencia de casi 11 millones de votos; “el bloque no será prioridad”, dijo Paulo Guedes, futuro ministro de Economía

- Alberto Armendáriz cORRESPONS­AL EN BRASIL

RÍO DE JANEIRO.– Una nueva e incierta época se abre en Brasil. El polémico diputado Jair Bolsonaro, exmilitar nostálgico de la dictadura y candidato del Partido Social Liberal (PSL), se impuso en el ballottage presidenci­al con el 55,14% de los votos, ante el 44,86% de su rival Fernando Haddad, del izquierdis­ta Partido de los Trabajador­es (PT).

La contundent­e e inédita victoria de la extrema derecha, habilitada por una diferencia de casi 11 millones de votos, tiene imprevisib­les consecuenc­ias para el país más grande de América Latina y la región. Las tendrá en especial para el Mercosur, que, según adelantó anoche el probable ministro de Economía de Bolsonaro, Paulo Guedes, “no será una prioridad” para el nuevo gobierno.

En una de las campañas más polarizada­s de la historia, Bolsonaro, de 63 años, logró capitaliza­r la decepción de los brasileños frente a los escándalos de corrupción, al estancamie­nto económico que generó la peor recesión en la historia del país y a la creciente criminalid­ad. Ayer, el sucesor de Michel Temer dejó de lado sus declaracio­nes extremista­s y se mostró moderado. “Establecer­emos un gobierno digno que trabajará para todos los brasileños. Vamos a pacificar Brasil. Brasil dejará de estar apartado de las naciones más desarrolla­das”, prometió.

Haddad, exalcalde de San Pablo y reemplazan­te del expresiden­te Luiz Inacio Lula da Silva en la candidatur­a del PT tras la impugnació­n de su nombre por la condena a 12 años de cárcel que purga por recibir sobornos, no logró conquistar a los brasileños con las promesas de un retorno a los tiempos de bonanza e inclusión social de los primeros gobiernos petistas, ni convencerl­os de los riesgos que, según él, representa Bolsonaro para la democracia.

No bien se conocieron los primeros resultados, simpatizan­tes de Bolsonaro salieron a las calles a celebrar con bocinazos, fuegos artificial­es y gritos de “¡Mito! ¡Mito!”, en referencia a su carismátic­o líder. En Río de Janeiro, miles de seguidores invadieron la avenida Lucio Costa, que bordea la playa en el barrio de Barra de Tijuca, frente al condominio donde se halla la casa del diputado ganador. “Ese es el cambio radical que hacía rato estábamos esperando. Los petistas no vuelven más”, señaló a el diseñador Mar lo nS o u za, de 42 años, quien había pasado todo el día delante de la residencia de Bolsonaro, rodeada de un férreo esquema de seguridad.

Mientras más gente llenaba la avenida y montaba una ruidosa fiesta en la playa, Bolsonaro, fiel a su dominio de las redes sociales, realizó una transmisió­n en vivo por Facebook Live para agradecer el apoyo con una Biblia, una copia de la Constituci­ón y un libro del expremier británico Winston Churchill sobre la mesa.

En un guiño hacia los mercados, que han respaldado su candidatur­a por contar con el asesoramie­nto del reconocido economista neoliberal Paulo Guedes, prometió reducir el déficit público y el tamaño del gobierno. Como hizo varias veces durante la campaña, aprovechó para reiterar sus ataques a “la gran prensa que estuvo criticándo­me” y resaltó que Brasil “no podía seguir coqueteand­o con el socialismo, el comunismo, el populismo y el extremismo de izquierda”.

Bolsonaro contó que ya había hablado con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de quien se ha declarado admirador y ha copiado varias estrategia­s, mientras que su campaña recibió felicitaci­ones de distintos presidente­s latinoamer­icanos.

Antes de terminar, agradeció a Dios y a los médicos por haberlo hecho sobrevivir el atentado con cuchillo que sufrió el 6 de septiembre en Juiz de Fora, Minas Gerais, que lo dejó fuera de la campaña la mayor parte del tiempo y le sirvió como excusa para no participar de los debates televisivo­s. “Estoy muy feliz con esta misión de Dios, y una misión no se escoge ni se discute, se cumple. Juntos cumpliremo­s la misión de rescatar nuestro país”, dijo el excapitán de paracaidis­tas del ejército en su mensaje, de tono mesiánico, para después tomarse de la mano de un pastor evangélico para rezar una plegaria.

Aunque es católico, su mujer es evangélica y él fue rebautizad­o en el río Jordan por el pastor y político Everaldo Dias Ferreira, que lo acercó a las iglesias evangélica­s, muy influyente­s entre las camadas más pobres de la población. En el Congreso, Bolsonaro cuenta con el respaldo de la poderosa “bancada BBB”, por “Biblia, bueyes y balas”, en referencia a los evangélico­s, los productore­s del agronegoci­o y los expolicías y exmilitare­s que impulsan temas de seguridad pública.

 ?? Captura de tv ?? Bolsonaro festejó anoche a través de las redes sociales, acompañado de su mujer, Michelle (der.)
Captura de tv Bolsonaro festejó anoche a través de las redes sociales, acompañado de su mujer, Michelle (der.)
 ??  ?? Los simpatizan­tes de Bolsonaro celebraron ruidosamen­te ayer en Río de Janeiro, donde vive el presidente electo
Los simpatizan­tes de Bolsonaro celebraron ruidosamen­te ayer en Río de Janeiro, donde vive el presidente electo

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina