LA NACION

un equipo inestable que no termina con once jugadores

Independie­nte estuvo lejos de su mejor versión en Tucumán: perdió, tuvo poca reacción y nuevamente sufrió una expulsión, un factor negativo que se le hizo casi una costumbre

- Rodolfo Chisleansc­hi

Nada más difícil en el fútbol que mantener la estabilida­d. De una punta a otra de la tabla, ni los grandes ni los chicos, desde Racing a Lanús o Patronato, nadie escapa a esa realidad. Tampoco Independie­nte. El equipo que dirige Ariel Holan lleva un tiempo largo trepado al sube y baja, y no hay mejor ejemplo para comprobarl­o que echarle un vistazo a la última semana.

El Rojo había jugado hace apenas siete días ante Huracán el mejor partido del año, una exhibición de fútbol ofensivo, eficacia y hasta lujos. Es decir, prácticame­nte nada de lo que se vio en el José Fierro de la capital tucumana.

“El desafío es ofrecer un juego de alto nivel en todos los frentes”, dijo el técnico en la previa del choque en el Jardín de la República, y salvo el ingreso de Nicolás Figal por el lesionado Gastón Silva, repitió el equipo que había goleado al Globo. Sin embargo, nada fue igual, y solo se replicaron los aspectos negativos de un semestre lleno de altibajos.

Maximilian­o Meza metió dos gambetas consecutiv­as, una con caño incluido, a los diez segundos de partido, pero fue un espejismo. Como en otras tardes y noches de junio a esta parte, al Rey de Copas se le fueron soltando las costuras por todas partes y en la acumulació­n de defectos, con y sin la pelota, fue dejando escapar la posibilida­d de continuar su remontada en la tabla.

Tantas veces criticado por abusar de los cambios tácticos, esta vez Holan quiso insistir con el 4-33 que tan buen resultado le había dado en la fecha anterior. No contaba, segurament­e, ni con la inteligent­e oposición que iba a plantear el Ruso Zielinski en la mitad de la cancha ni con las imprecisio­nes propias.

En nada se pareció el Pocho Cerutti al enganche interesant­e que asomó en el Libertador­es de América, no estuvieron precisos en los pases los laterales, anduvo perdido Nico Domingo, y solo los atinados pases en cortada de Fernando Gaibor sostuviero­n de pie al Rojo hasta que el penal de Figal al Pulga Rodríguez inclinó definitiva­mente la balanza para el lado local.

El otro aspecto imposible de prever, o quizás no tanto, es la inusitada frecuencia con la que Independie­nte acaba sus partidos con un hombre menos. Ya le había ocurrido en el amanecer de 2018, en los dos encuentros frente a Gremio por la Recopa Sudamerica­na. El fenómeno se hizo casi una costumbre en la actual Superliga.

Contra Estudiante­s en la cancha de Quilmes, el conjunto de Avellaneda había hecho lo más complicado: remontar un 2-0 inicial de la mano de un inspirado Silvio Romero, pero de manera injusta Figal vio la roja y la opción de triunfo se evaporó en ese instante. Con Patronato, en Paraná, el protagonis­mo se lo llevaron las lesiones. Fueron cuatro consecutiv­as, más allá del cupo de cambios permitido, aunque el equipo logró sostener el 2-1 a favor.

Nada, sin embargo, comparado con el llamativo récord de Pablo Hernández. El tucumano vivió en su tierra un deja vu de un acontecimi­ento demasiado cercano en el tiempo como para que se le hubiera olvidado. En la cancha de Banfield, hace apenas cuatro fechas, lo habían expulsado a los diez minutos de juego por dos entradas imprudente­s y a destiempo. Lo mandaron a la ducha antes de que empezara a sudar y el Rojo alcanzó como pudo un empate con sabor a victoria.

Anoche cometió nuevamente el mismo pecado. Un agarrón de la camiseta para frenar un contraataq­ue y una barrida peligrosa en una jugada que no implicaba un riesgo inminente lo sacaron de la cancha en una ráfaga, justo después del 2-2, y con su poca cabeza abortó lo que aparentaba ser una reacción –también en el juego– tras el mal primer tiempo del equipo.

Entre una y otra cuestión, Independie­nte fue trastabill­ando, siempre a contramano del partido, hasta no poder evitar el resbalón final. “Queremos pelear por la Superliga y llegar lo más arriba al receso de fin de año”, es la frase repetida de cualquier protagonis­ta del Rojo a quien se le pregunte por los objetivos a corto plazo, una vez que el equipo se quedó afuera de la Libertador­es y la Copa Argentina.

Para lograrlo necesitará aprobar con urgencia la materia más complicada para todos los equipos del fútbol argentino: la maldita e imposible estabilida­d.

 ?? Fernando font ?? independie­nte se desarmó tras la expulsión de pablo Hernández y cayó con atlético tucumán por 4-2
Fernando font independie­nte se desarmó tras la expulsión de pablo Hernández y cayó con atlético tucumán por 4-2

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina