Merkel tira la toalla: cedió el liderazgo del partido y dejará el poder en 2021
Tras un nuevo retroceso electoral en Hesse, la canciller anunció ayer su renuncia a la presidencia de la CDU; “es momento de abrir un nuevo capítulo”, dijo
PARÍS.– La canciller alemana Angela Merkel provocó ayer un sismo político en Alemania al anunciar que no se presentará a la reelección como líder de su partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), que dirigió con mano de hierro durante 18 años. Por lo tanto, tampoco se postulará para continuar dirigiendo el país una vez que termine su período, en 2021.
“Este es mi último mandato como canciller”, confirmó.
También anunció que, contrariamente a ciertas especulaciones, no aspira a ocupar ningún cargo en la Unión Europea (UE).
Merkel, que conducía la CDU desde 2000, abrió paso a una sucesión dentro de su partido que se anuncia extremadamente disputada. La lucha por el poder dentro de la CDU se saldará durante el congreso partidario convocado para el 7 y 8 de diciembre en Hamburgo.
La canciller anticipó su decisión durante una reunión que mantuvo el domingo por la noche con la cúpula de la CDU en Berlín.
La decisión que conmovió el lunes a Alemania aparece como una consecuencia lógica de los dos reveses políticos que sufrió en los últimos 15 días en las elecciones regionales de Baviera y Hesse. Pero, sobre todo, a la presión y los constantes obstáculos que le impone el ala ultraconservadora de su coalición, la CSU bávara.
A pesar de que la CDU fue el partido más votado en ambas consultas, perdió entre 10 y 12 puntos en cada land respecto de las elecciones de 2013. Al mismo tiempo, diversos sondeos a escala federal indican que la alianza conservadora formada por la CDU y la CSU tiene actualmente 27% de intenciones de voto, cifra que representa el caudal más bajo de su historia. En las elecciones legislativas de octubre de 2017 ambos partidos habían totalizado 38%.
Los sondeos también muestran que la opinión pública está irritada por las despiadadas luchas internas que estallaron durante el último año dentro de la coalición de gobierno que integran la alianza CDU-CSU y el Partido Social Demócrata (SPD).
Merkel también es criticada por la forma en que gestionó la crisis de los inmigrantes, a partir de 2015, que culminó con el ingreso de un millón de refugiados al país.
“Es momento de abrir un nuevo capítulo”, comentó la canciller al anunciar ayer sus decisiones.
Merkel parece dispuesta a continuar en el poder hasta el fin de su mandato, previsto para 2021. Pero no es imposible que la inestabilidad política que padece el país precipite la convocatoria de elecciones anticipadas a fin de clarificar la situación. La favorita en la carrera para reemplazarla al frente del partido es su delfín, Annegret Kramp-Karrenbauer, elegida en febrero nueva secretaria general de la CDU. AKK, como se la conoce dentro del partido, ya habría anunciado su candidatura a la cúpula del partido, según el semanario Der Spiegel.
Sin embargo, también se perfilan las candidaturas del ministro de Sanidad, Jens Spahn, así como Friedrich Merz, exjefe del grupo parlamentario de la CDU. El ministro-presidente de la región Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, también se proyecta como un candidato potencial.
El congreso federal (Bundestag) también debe decidir si mantiene la línea centrista marcada por Merkel o si, por el contrario, acentúa su giro a la derecha como reclaman los sectores más conservadores de la CDU y de la CSU.