LA NACION

Newell’s tomó un buen envión de cara al clásico con Central

- Pablo Casazza

ROSARIO.– Diez cambios y la cabeza en el clásico. Newell’s, en tiempo de crisis, tiene muchos flancos abiertos. Gana y pierde, y alterna buenos rendimient­os que lo encaminan, pero tropieza rápido. Y cae. Argentinos fue un obstáculo que finalmente superó con justicia. El 2-0 bajo la lluvia, por la Superliga, lo impulsa en su camino desesperad­o para evitar que el promedio lo meta en una marea que es difícil de navegar. Tres puntos de oro y un buen aperitivo con la mira puesta en el clásico con Central del jueves, por la Copa Argentina.

No jugó bien Newell’s, tuvo desorden y solo el desdén futbolísti­co de su rival le permitió imponerse. No es cuestión de quitarle méritos al local, pero tampoco puede jactarse más que de la victoria. Alfio Oviedo, en una buena definición individual en el primer tiempo, y Francisco Fydriszews­ki sobre el final del segundo, tras una buena jugada colectiva, marcaron la diferencia.

El primer tiempo tuvo dos etapas bien definidas. Hasta el buen gol de Oviedo, el partido fue chato y aburrido. Luego ganó en intensidad producto del desorden de ambos. Argentinos tuvo en la juventud de Illarregui lo mejor en ataque. Tres intervenci­ones que pudieron terminar en gol.

El inicio de la segunda etapa encontró a la visita lanzado con ganas. Los ingresados Pisculichi y Montero fueron las señales del cambio que mostró Carboni desde el banco.

Newell’s pudo ampliar con dos intervenci­ones de Fydriszews­ki y Joaquín Torres que frente al arquero Chavez fallaron inexplicab­lemente. Argentinos siguió vivo solo por las falencias del local en la definición, pero la expulsión de Ybañez terminó de derrumbar a los de la Paternal. Luego, Fydriszews­ki, con la “ley del ex”, lo sentenció sobre el final. Para alegría de los jugadores e hinchas leprosos, que se fueron ilusionado­s en poder repetir un buen resultado el jueves en la cancha de Arsenal.

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