Original y copia
Está de moda preguntarse si aparecerá un Jair Bolsonaro argentino y ya despuntan en los canales de televisión improvisados imitadores del presidente electo. Como tales, son versiones deformadas del capitán. un imitador está poco menos que obligado a remarcar hasta deformar los rasgos más salientes del personaje. Si Bolsonaro impresiona por su discurso, sus primeras versiones argentinas giran del drama a la farsa.
Puesto a mirar la realidad para luego retratarla con signos originales, Jaime durán Barba interpretó que el fenómeno que representa Bolsonaro no está por llegar sino, por el contrario, ya aterrizó entre nosotros hace tres años, con el reemplazo de Cristina Kirchner por Mauricio Macri. Tal vez no se equivoque el asesor presidencial. Puede ser una mirada válida siempre que la lectura se acote a la opción de los votantes por un cambio político rotundo ante el hartazgo con la corrupción.
la analogía no parece tener más posibilidades ni camino que la reacción del electorado para interrumpir una situación incómoda. las comparaciones entre las ideologías y su aplicación en la acción de gobierno son imposibles. no todo es tan simple, ni tan parecido.