Una campaña contra la violencia a la prensa
#LaVerdadNuncaMuere busca concientizar sobre los asesinatos de periodistas
“Cada año, un periodista recibe el Pulitzer. Y cien reciben un disparo”. “Cuando matan a un periodista, podemos guardar un minuto de silencio o podemos hacer mucho ruido”. Esas son algunas de las frases que forman parte de la campaña mundial #LaVerdadNuncaMuere (Truth Never Dies, en su versión inglesa), que impulsa Unesco en todo el mundo, hoy, cuando se conmemora el Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas.
Apoyada por la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), como la principal entidad referente de la libertad de prensa en el país, la campaña busca exponer el trabajo de periodistas asesinados en todo el mundo, para hacer perdurar su legado. “Sus asesinatos afectan a la sociedad entera, porque previenen la libre circulación de información y el derecho de los ciudadanos a expresar sus opiniones e ideas”, señala la entidad.
La campaña, a partir de una serie de afiches, busca que los ciudadanos compartan en sus redes sociales las historias de los cronistas que fueron asesinados. “¿Querían silenciar a un periodista? Ahora todo el mundo está pendiente de sus movimientos”, impulsa la campaña. Y convoca a los ciudadanos: “Comparte sus historias, grítalas a los cuatro vientos. Hagas lo que hagas, no te calles”.
Según indica Unesco, cada cuatro días un periodista es asesinado, normalmente, por denunciar casos de corrupción, de tráfico ilegal, delitos políticos o violaciones a los derechos humanos. “Los responsables de estos homicidios casi nunca rinden cuentas a la Justicia”, concluye el organismo.
En su 68ª sesión en 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 2 de noviembre el Día Internacional para poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas. En la resolución, el organismo insta a los Estados miembros “a implementar medidas firmes para luchar contra la actual tendencia a la impunidad”. Se eligió esa fecha para conmemorar los asesinatos de dos periodistas franceses en Mali en 2013.
En la resolución, se pone el énfasis en la impunidad de estos crímenes, que el organismo valida en cifras: a lo largo de la década pasada, más de 800 periodistas fueron asesinados por haber llevado a la atención pública noticias e informaciones. También se señala que los números no incluyen a otros cronistas que diariamente sufren torturas, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, acoso e intimidaciones, en situaciones vinculadas o no a conflictos.