Entre la guerra y los amores imposibles
Hay una feliz coincidencia en la cartelera de cine actual, de esas que ocurren muy de vez en cuando. Dos obras maestras que podrían verse y disfrutarse como en los viejos programas dobles, porque parecen estar dialogando todo el tiempo.
Transit, del alemán Christian Peztold, y Cold War, del polaco Pawel Pawlikowski, hablan en esencia de lo mismo: los estragos de la guerra, las ausencias, el desarraigo y, sobre todo, la imposibilidad del amor. Como anhelo (como subrayó Javier Porta Fouz en la crítica de Transit publicada en estas páginas) o como realidad marcada por distancias geográficas e ideológicas (Cold War). Hay también otro espejo en el que se miran estas dos prodigiosas películas, el del tiempo. En Transit, Petzold construye con audacia entre dos épocas (la Segunda Guerra Mundial y la actual) las certezas de sus personajes. En
Cold War, Pawlikowski nos dice que el romance entre sus protagonistas se hace más inalcanzable mientras vemos correr el reloj. No hay mejor programa que acercarse a estas dos obras magistrales.