Un joven reinventó el negocio de los administradores de consorcios
Creó una empresa que está a cargo de 180.000 metros cuadrados y gestiona un presupuesto anual de $200 millones
Llamar y que no te atiendan. tenerte semanas o meses esperando la visita de un plomero, gasista o pintor. No rendir los gastos como corresponde. Esos, entre otros destratos, son conductas que critican los propietarios de los administradores de consorcio. Pero Marcos Villanueva , director y fundador del Grupo AM, busca remozar este trabajo venido a menos dando un servicio premium en torres de lujo residenciales y edificios de oficinas, aunque todavía sigue conservando algunas de las propiedades clase B con las que comenzó su negocio hace cinco años. Actualmente tiene bajo administración 180.000 metros cuadrados, que equivalen a 24 torres clase A y clase B. cuenta con 14 empleados y gestiona un presupuesto anual superior a los $200 millones equivalente a las expensas que juntan todos los meses.
“No puede ser que los administradores de consorcio no te atiendan y no te den factura. Hay que derribar los tabúes y complejos de la actividad para llevarla a otro nivel: lo que nosotros llamamos Gerenciamiento 2.0. Encontramos un mercado amplio. Hay una oportunidad de negocio y rentabilidad”, afirma Villanueva, de 29 años, en diálogo con la nacion.
El abogado del auba reivindica la especialización y dice que los profesionales cobran por sus servicios y no hacen arreglos por afuera con proveedores. En este sentido, dice que sus honorarios son caros, pero luego todo cuesta lo que realmente sale: “Si reparar
el ascensor cuesta $5000, sale $5000, no $7000. hacemoslicitaciones de precios y, silos proveedor es no son eficientes, recomendamos cambiarlos”.
Para todo eso se necesitan recursos. “Somos administradores, no magos. Sin recursos es difícil el financiamiento. Por eso nos estamos volcando a las torres de lujo residenciales y edificios de oficinas por la posibilidad económica que tienen de pagar los servicios”, señala e inmediatamente aclara que clase A igual no implica una torre en Puerto Madero. trabajan con clientes en todos los barrios: en Palermo, Almagro y dos en Monte castro. “Se trata de tener un nivel de mantenimiento en que podamos trabajar y no que nos pidan despedir al encargado”, explica.
Entre las innovaciones, señala muchas relacionadas con el ahorro de energía, como el uso de válvulas de frecuencia para ascensores para que estén siempre prendidos al mínimo y se ahorre el pico de consumo eléctrico cuando los motores pasan de estar parados a arrancar. también menciona la tecnología de pic shaving para cortar el suministro y pasar al grupo electrógeno cuando se detecta un pico. De esta forma se pagan $1500 por hora por el grupo electrógeno, pero el usuario se ahorra pasarse de categoría ante el prestador del servicio, lo que equivale a meses de facturas de $80.000 o más, según sostiene. Por último, un servicio en el que están desembarcando es el de commissioning, que tiene que ver con la puesta en marcha de edificios. “Entre que el desarrollador termina la obra y llegan los clientes, hay alguien que se tiene que hacer cargo de poner el proyeto en funcionamiento. Nosotros eso lo vendemos, pero si nos contratan para el gerenciamiento lo damos gratis. Es un servicio que afuera existe, pero aquí no”, concluye.