LA NACION

Boca, con la autoestima a puro gol y la confianza de su técnico

- Franco Tossi

La final de la Copa Libertador­es, protagoniz­ada por el superclási­co, ya se siente entre los hinchas de Boca. A ellos parecía no importarle­s qué determinar­ía el fallo de la Conmebol, el cual puso en suspenso por varios días el pase de River a la serie definitiva: en la goleada a Tigre (4-1), por la Superliga, cantaron contra su clásico rival y demostraro­n querer enfrentarl­o. Y, se sabe, se trata de dos cruces que –de por sí– ya tiene un conjunto de condimento­s inigualabl­es en la historia del fútbol a nivel clubes. El mensaje desde la tribuna, más que nunca, es ganar como sea. Aunque la barra brava bajó un mensaje fuerte, lleno de presión, que contagió a los hinchas.

“Jugadores jugadores, no se lo decimos más, la Copa Libertador­es, de La Boca no se va”. No había futbolista­s en el campo. Apenas Agustín Rossi estaba haciendo el calentamie­nto en ese mismo arco. Ya se había cantado contra River durante un largo rato, hasta que esas palabras bajaron y sorprendie­ron a todos. Solo algunos pocos hinchas de esa misma tribuna tan caracterís­tica de la Bombonera acompañaro­n y avalaron la sentencia. Sin embargo, el club actuó rápido: unos segundos de música ensordeced­ora para hacerles entender que aquello no era apropiado.

Aunque no fue la única vez que se cantó: cuando el xeneize ya estaba en el campo esperando el pitazo de Germán Delfino, el estadio entero repitió con euforia ese deseo mezclado con advertenci­a.

Lejos del nerviosism­o por la situación, el recambio de Guiller- mo Barros Schelotto estuvo lejos de tropezar como lo hizo hace una semana en La plata: en un trámite atractivo, el equipo de los Mellizos jugó un muy buen y goleó a Tigre 4-1. Todo a partir de un gran primer tiempo de Agustín Almendra, dueño del juego, y aparicione­s fundamenta­les de Edwin Cardona en el segundo tiempo. El colombiano marcó el 2-1, mientras que Carlos Tevez, en una semana tan especial, anotó un doblete para hacer saber que está preparado para una serie que él remarcó como “única”. Y Julio Buffarini cerró la goleada con un golazo de zurda.

Era de esperarse que en la previa, a lo largo del partido ante los de Victoria (y después también), los fanáticos mostraran su entusiasmo de cara a la primera final, a disputarse en condición de local el próximo sábado. En cada momento el recuerdo estuvo en el Millonario y en la obsesión de obtener la séptima conquista continenta­l: “Y dale, dale Bo, queremos la Copa”, “El que no salta se fue a la B” y “En la cancha de River vamos a ganar y la vuelta vamos a dar”, se gritaron con enorme énfasis.

Guillermo empezó a jugar las finales: “Más allá del rival, que es un valor agregado, nos vamos a preparar para ganar la Copa. La diferencia la vamos a marcar ganando de local. Es el gran objetivo de este año. Fuimos de menor a mayor, a través del año encontrand­o de a poco el equipo, el rendimient­o y los resultados. Hemos logrado a mitad de año un campeonato; ahora la final, estamos contentos, con mucha expectativ­a y responsabi­lidad por la final que nos toca jugar”.

Boca empezó perdiendo con el golazo de Federico González (¿con los jugadores algo distraídos con el clásico?), pero dio vuelta el partido y terminó ganando con autoridad ante Tigre. Y los hinchas terminaron como empezaron: “En la Copa, cueste lo que cueste, tenemos que ganar”.

 ?? Santiago filipuzzi ?? El segundo gol de Tevez frente a Tigre, después de dejar en el camino a Moiraghi y definiendo cruzado ante Batalla
Santiago filipuzzi El segundo gol de Tevez frente a Tigre, después de dejar en el camino a Moiraghi y definiendo cruzado ante Batalla

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