Dos muertos tras el ataque a un quiosco de venta de drogas
El doble homicidio se registró en Barrancas, una localidad cercana a Rosario
ROSARIO.– Un doble crimen vinculado al narcotráfico se produjo en la madrugada de ayer en la localidad de Barrancas, un pueblo de 7000 habitantes ubicado a unos 80 kilómetros de Rosario, donde las primeras hipótesis apuntan a que el doble homicidio fue originado en un ajuste de cuentas contra un quiosco de venta de drogas.
El doble crimen ocurrió en un barrio precario, que desde hace tiempo fue montado al costado de las vías del ferrocarril. La gente que vive allí no es del pueblo, sino de Santa Fe y de Rosario. En una casilla de chapa levantada a metros de las vías, según las fuentes policiales, funcionaba un punto de venta de estupefacientes.
Pasadas las 2, irrumpieron dos hombres en la casilla. Estaban camuflados detrás de otros compradores de cocaína. Los atacantes comenzaron a disparar y mataron a dos hombres que estaban dentro de esa casa precaria. Otro resultó gravemente herido con un disparo en la cabeza.
Según señaló el diario La Capital, los asesinos se movilizaban en un automóvil de color gris y en el lugar del hecho los investigadores levantaron ocho vainas servidas y dos proyectiles, calibres 9 y 11.25 milímetros.
Uno de los fallecidos fue identificado como Damián Hernán Ferrer, de 32 años, con domicilio fijado en Carcarañá. La identidad de la otra víctima fatal no pudo ser establecida hasta el momento. El herido se llama Juan Barreiro, y tiene 19 años. Está internado en grave estado en el hospital Cullen de Santa Fe.
Barrancas es un pueblo tranquilo, ubicado sobre la ruta nacional 11 y tiene unos 7000 habitantes. La principal actividad de los vecinos del lugar es la producción agropecuaria. Sin embargo, en los últimos años en todos los pueblos de esa zona comenzaron a aparecer indicios de que el narcotráfico se empezó a arraigar, como ocurrió con casos en Monje y Maciel, pueblos cercanos a Barrancas.
En este último se detectó que la comuna había dado el registro de conducir a 20 colombianos que nunca vivieron en esa zona del departamento San Jerónimo. El año pasado la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) realizó 24 allanamientos en Rosario y Monje donde desmanteló al clan Insaurralde, que producía cocaína en un laboratorio que regentaba esta organización en la Boca de Monje, un lugar de pescadores.
Al clan Insaurralde le secuestraron en esos operativos, que ordenó el juez federal Marcel Bailaque, más de 24 kilos de cocaína.
Condenas a Los Monos
En tanto, la Cámara de Apelaciones de Rosario confirmó la pena de 22 años al líder de los Monos Ariel Máximo Cantero, alias Guille, y a su hermanastro Ramón Machuca le redujo la condena de 37 años a 36 y seis meses. Ocho policías sentenciados por pertenecer a la banda, cuyas condenas fueron confirmadas, deberán ir a prisión.
Vestido con una remera blanca y jeans y esposado, Guille Cantero escuchó anteayer el fallo en soledad en una sala del penal federal de Ezeiza, donde fue trasladado desde la cárcel de Resistencia para que siga desde allí el juicio por narcotráfico que comenzó el 20 de setiembre pasado. Esta vez debía escuchar el resultado de las apelaciones que presentó su equipo de abogados que había cuestionado la condena a 22 años de prisión dictada por un tribunal provincial el 9 de abril pasado. Guille Cantero fue sentenciado como jefe de la asociación ilícita, autor de un homicidio y por cohecho activo.
Los cuestionamientos de la defensa de Guille Cantero, encabezada por Carlos Edwards y Fausto Yrure, apuntaron contra la supuesta ilegalidad de la investigación que se basó en las escuchas telefónicas. Las juezas Gabriela Sansó, Carolina Hernández y Bibiana Alonso, integrantes de la Cámara de Apelación Penal, rechazaron el planteo.
El fallo de la Cámara de Apelaciones convalidó la investigación que se inició en 2012, tras el asesinato de Martín Paz, alias Fantasma, un crimen que derivó en una investigación contra la banda del barrio Las Flores, que tras el homicidio de Claudio Cantero, líder del grupo, inició un raid de venganzas que puso a Los Monos en el centro de la escena.