Trump en escena
“Resist”.
La voz agrietada de Waters pasa de la melancolía al desgarro. Los largos interludios instrumentales ponen al público en un estado de trance. En un tiempo de alineación y rapidez la música de Waters se cocina a fuego lento. La imagen de Donald Trump aparece en escena ridiculizado con cuerpo de cerdo, bebé y travestido. En ese juego convierte al presidente del país más poderoso del mundo en una caricatura pop.