LA NACION

El padre de la beba que murió en un auto seguirá detenido

Los peritajes indicaron que había 51°C dentro del vehículo

- Gustavo Carabajal

El padre de la beba de 15 meses que murió asfixiada en un auto, en Santos Lugares, seguirá preso. El juez de Garantías de San Martín, Alberto Brizuela, hizo lugar al pedido de la fiscal Alejandra Allaud para que convierta en detención la aprehensió­n provisoria del acusado.

Al fundar su dictamen, Allaud tuvo en cuenta que el imputado podría entorpecer la investigac­ión. Esa presunción estuvo avalada por la posibilida­d de que el acusado intente “inducir a su esposa a falsas declaracio­nes”.

En la misma resolución, la fiscal autorizó a que el imputado pueda ser trasladado desde la comisaría, en la que está detenido, al lugar donde se realice el sepelio de su hija.

El trágico episodio ocurrió el martes pasado, minutos después de las 16.30, frente a la vivienda situada en Ceraso al 1600, en Santos Lugares.

Según la reconstruc­ción hecha por los investigad­ores, en ese momento, varios testigos escucharon gritar al acusado: “¡Me la olvidé! ¡Me la olvidé! ¡No puede ser! ¡Esto no está pasando!”. Instantes antes, el imputado, que habría sido identifica­do como Rodrigo Oses, de 39 años, abrió la puerta de su auto, un Peugeot 308, que estaba estacionad­o en la puerta de su casa y encontró el cuerpo de su hija, de 15 meses, sentada en la silla de seguridad, en el asiento trasero. La niña estuvo nueve horas encerrada dentro del vehículo. Según la autopsia, la beba murió por hipertermi­a y asfixia. En su declaració­n indagatori­a, el imputado afirmó que se la había olvidado en el auto.

En la reconstruc­ción, los investigad­ores establecie­ron que el acusado debía llevar a su hija a la guardería a las 8.30. Pero a esa hora ingresó en su casa y salió a las 16.30, aparenteme­nte convencido de que la había llevado al jardín de infantes.

Al exponer los fundamento­s de la acusación, la fiscal tuvo en cuenta un informe hecho por los forenses. Allí, indicaron que debido al calor registrado el martes pasado y a la exposición al sol, dentro del habitáculo del rodado, la temperatur­a llegó a 51,2°C, lo que provocó la hipertermi­a de la beba en un ambiente cerrado y sin oxígeno.

Para la fiscal, a partir del análisis de las pruebas incorporad­as en el expediente habría indicios para acusar al padre de presunto homicidio culposo, un delito que contempla una pena de entre 5 y 10 años de cárcel.

En su indagatori­a, de más de cinco horas, el imputado explicó: “Esto pasó por mi trabajo de m...”. Además sostuvo que había sufrido un ACV en 2015 y, en 2016, tuvo un problema cardíaco, que obligó a que le hicieron una angioplast­ia.

La madre de la beba y un vecino definieron al acusado como “un padre amoroso”. Para la fiscal, el imputado “faltó a su deber de cuidado e incurrió en una actitud temeraria”.

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