La máquina Robbie Williams lista para hacer bailar a las masas
Desde su casa en Londres cuenta cómo vive sus días como padre, la relación con el público y el presente de la música mainstream
Robbie Williams fue padre hace un mes de su tercer hijo y está descansando en su casa londinense. Por ahora, Colette Josephine Williams “solo” duerme, toma leche, llora y “no mucho más”, cuenta el británico por teléfono que regresa a la Argentina, tras 12 años de aquellos épicos River Plate y otros tantos de su noche con Amalia Granata. Es la atracción principal de la primera noche, mañana, del Personal Fest.
En esta década, Williams ha experimentado grandes cambios: no solo dejó de ser soltero, sino que comenzó una familia con Ayda Field, con quien además trabaja en X Factor. Los dos son miembros del jurado del famoso certamen de talentos. También, según se encargó de contar a la prensa sensacionalista, tuvo problemas de adicciones, sobrepeso y hasta encuentros con ovnis. Aunque el año pasado tuvo que cancelar el tour de Heavy Entertainment Show por “anomalías en el cerebro” y aseguró tener una enfermedad en la cabeza que lo quería matar, ahora parece estar recuperado.
Este año empezó a pisar firme: fue el encargado de cantar la canción apertura de la ceremonia inaugural del Mundial de fútbol de Rusia; logró cierta repercusión con Under The Radar Vol. 2, un compilado de lados B y rarezas que lanzó a fines del año pasado, y retomó los conciertos que había dejado pendientes. La charla con Williams se hace esperar. Se cancela una, dos, tres veces hasta que al fin sucede. Una vez que el hombre aparece al otro lado de la línea, se produce una conversación sucinta que paseará por diversos tópicos: el nacimiento de Colette, la posible reunión de Take That y la actual escena pop a la que califica de “aburrida”, con la excepción de su admirado Ed Sheeran.
Un poco renegado, Williams sueña con un éxito como “Angel” o “Rock DJ”, mientras ve a la distancia el tiempo pasado. Se encuentra en otra etapa de su vida y lo dice. Cuenta que escucha la radio, que se siente “viejo” y que piensa en la música como un negocio. Escueto y con acento británico, la estrella pop no recuerda mucho de su paso por la Argentina, pero sí hay algo que asegura no haber olvidado: el calor del público.
–¿Qué recordás de los conciertos que diste en Buenos Aires?
–El público fue increíble. Fue el único estadio en el mundo en el que no había barreras y las personas se movían como olas, era como ver el mar. Fue una noche increíble.
–Dicen que el público argentino es el mejor del mundo...
–El público irlandés es el mejor, pero estoy de acuerdo con que la gente en Buenos Aires sabe disfrutar de un concierto.
–Muchos te criticaron luego de que, tras tocar en la apertura del Mundial de Rusia, te despidieras con un gesto obsceno.
–Fue un honor haber sido convocado a la ceremonia inaugural. Canté mi canción y me fui. Ellos le pidieron a Robbie Williams..., entonces Robbie Williams lo hizo. No tengo ningún arrepentimiento.
–El año pasado tuviste que cancelar la gira por problemas de salud. Se llegó a decir que padecías de Asperger y que tenías un problema en el cerebro, ¿cómo estás ahora?
–La recuperación fue realmente rápida. Estaba en shock, no podía trabajar. Hoy estoy realmente bien, estoy sano, me siento bien, estoy contento. Pero el año pasado no podía trabajar, no podía cantar y no podía dormir. Fue problemático y no estaba bien. Pero ahora estoy perfecto.
La relación de Williams con las redes sociales ha tenido varios capítulos. En los últimos días circuló el rumor de que el cantante se había cansado de las críticas y que había decidido tomarse un tiempo. “No cerré mi cuenta de Twitter, no creas todo lo que leés. Si googleas Robbie Williams ahora vas a ver que mi cuenta de Twitter no se fue a ningún lado”, contesta con tono irónico.
–¿Cuál es tu vínculo con las redes sociales?
–Creo que las redes sociales son otra parte de tu oficio. Es bueno para el trabajo. No tengo celular desde hace años. Creo que si vas a tener redes sociales es muy importante tener teléfono para captar momentos. Tengo redes sociales y a la gente le importa mi perfil, puedo hacer más, lo haré. A veces es divertido y otras veces es triste. Depende cómo lo veas.
–Este año se agrandó la familia [Ayda y él decidieron tener un tercer hijo y acudieron a un vientre de alquiler], ¿cómo es Colette?
–Coco está acá. Ella es amorosa, es hermosa, pero por ahora duerme, llora, toma leche y llora. Me aburre esta parte. Ahora voy a estar tres semanas lejos de casa.
–Sos como uno de los representantes más maduros del pop, ¿cómo ves la escena actual?
–Me siento muy viejo. Lo que escucho en las radios me parece muy glam. Nada suena demasiado interesante con la excepción de algunas pocas personas. Amo a Ed Sheeran, pero la mayoría de las estrellas pop no son interesantes. Son aburridas. Lo que me hace sentir viejo. Pienso: ¿esto es una m... o será que estoy viejo?
–¿Hablás del reggaeton y de canciones como “Despacito”?
–¿Reggaeton? No sé lo que es. “Despacito” sí, obviamente fue un gran hit.
–¿Estás trabajando en nuevas canciones?
–Sí, estoy preparando un álbum, pero para la Navidad del año que viene.