“Queremos dejar de ser un pueblo de paso”
Piedra del Águila, Neuquén | Asociación Conciencia
potencial: una ubicación estratégica, servicios que no se encuentran por varios kilómetros y paisajes increíbles. Hay que lograr que la gente se quede por lo menos un día entero, en vez de solamente cargar nafta”, explica Nicolás Acuña, un estudiante de 17 años que vivió toda su vida en Piedra del Águila.
Esta pequeña localidad neuquina de menos de 4000 habitantes y poco más de 2 kilómetros de longitud es atravesada por la ruta 237, que une la capital de Neuquén con Bariloche. Ubicada dentro del departamento de Collón Curá, queda prácticamente a mitad de camino, siendo una parada obligatoria para los viajeros.
“La gente siempre se acuerda por el monumento del águila, que se ve desde la ruta”, cuenta Facundo Walter, colaborador en la municipalidad. La estatua en cuestión forma parte de un mirador en el punto más alto del cordón montañoso que bordea a la localidad. “La vista es increíble. Pero estaba medio abandonado, sin mantenimiento y con mucha basura acumulada”, explica Walter.
Con la idea de volver a poner en valor el Mirador del Águila –y gracias al programa Cuido mi Destino, de Latam–, 60 alumnos de las escuelas secundarias del Centro Provincial de Enseñanza Media N° 32 y N° 59, trabajaron para recuperar este espacio público de importancia turística.
Gracias a este trabajo en conjunto de dos días, el espacio ahora cuenta con senderos, escaleras, bancos de descanso, cestos, carteles explicando la flora y fauna del lugar, y la instalación de un sistema de riego por goteo. La actividad también contó con la colaboración municipal, Asociación Conciencia, Fundación Vida Silvestre y el Ministerio de Turismo de Neuquén.
“Está buenísimo poder hacer algo para mejorar tu localidad. Es embellecer nuestro símbolo, que es el águila. Ahora los vecinos van a pensar dos veces antes de tirar basura y los turistas van a querer pasear por acá”, señala el joven estudiante. Nikita Epullán, compañera de Nicolás en la escuela, se siente orgullosa de haber participado: “Está muy bueno. Cada vez que venga al mirador voy a decir: hice algo por Piedra. El mirador es nuestra cara visible, nuestra carta de presentación, y por eso está bueno recuperarlo”, afirma.
Como un complemento al programa, la organización social Concienun cia desarrolló en paralelo talleres que buscaron potenciar el trabajo de más de 15 emprendedores locales, donde se buscó fortalecer las redes comunitarias, generando iniciativas ligadas al turismo y al deporte.
Margarita Burgos, una artesana de telar mapuche de 54 años, tuvo la oportunidad de participar de las actividades. “Lo que hicieron los chicos es espectacular y nos ayuda a seguir creciendo. Tanto yo como varios emprendedores nos vemos obligados a viajar a Bariloche o Neuquén para poder vender las cosas que hacemos. Cuando más turistas vengan acá, no va a haber necesidad de movilizarnos”, sostiene Margarita, residente desde hace 36 años.
Los vecinos de Piedra del Águila coinciden que explotar el turismo como recurso es vital para poder seguir creciendo. Además “estamos rodeados de paisajes hermosos –agrega la mujer–, ríos, montañas, lagos, las represas. Eso va a generar muchísimas fuentes de trabajo, algo que nos está faltando”. Pedro Colcombet