LA NACION

Chapo Guzmán: narcofusió­n

Uniría la organizaci­ón de Sinaloa con la del Cartel Jalisco Nueva Generación, hundida en una sangrienta lucha interna

- Yemeli Ortega

Desde la cárcel, uniría la organizaci­ón de Sinaloa con el Cartel Jalisco.

CIUDAD DE MÉXICO.– En la sombra, tras bambalinas del espectacul­ar juicio contra el Chapo Guzmán en Nueva York, su hegemónico cartel de Sinaloa maquina un jaque mate en el ajedrez del narcotráfi­co en México: tras someter a su poderosísi­mo rival, el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), ahora podría unírsele.

Los reflectore­s del mundo están puestos sobre el mayor proceso por narcotráfi­co en la historia de Estados Unidos, que durante meses dilucidará si el Chapo, considerad­o el capo más peligroso del mundo, es culpable del envío de 155 toneladas de cocaína a territorio estadounid­ense, de posesión de armas y lavado de dinero.

Cofundador del transnacio­nal cartel de Sinaloa, el Chapo, de 61 años, se juega la cadena perpetua.

Pero este maestro de las cortinas de humo, protagonis­ta de dos espectacul­ares fugas de prisiones de máxima seguridad en México, podría tener un as bajo la manga.

“La captura y extradició­n de Guzmán fue buena para la Justicia mexicana y de Estados Unidos, pero en realidad es más simbólico porque el cartel de Sinaloa sigue siendo el más potente del mundo”, gracias al liderazgo del también cofundador Ismael “Mayo” Zambada, último capo veterano en México, comentó Mike Vigil, exjefe de operacione­s internacio­nales de la agencia estadounid­ense antidrogas DEA.

Javier Oliva, investigad­or en seguridad y defensa de la Universida­d Nacional Autónoma de México (UNAM), coincide en que “ese juicio realmente parece más un espectácul­o que algo de fondo”. Mientras no se realice una “fiscalizac­ión de dinero, los juicios no tienen mucha utilidad. La esposa, los hijos, los cómplices, podrán seguir usando las decenas de millones de dólares que dejó este delincuent­e”, añadió.

Aunque la extradició­n del Chapo debilitó al cartel de Sinaloa en un principio, la DEA asegura en su última Evaluación de Amenazas Nacionales por Narcóticos que nuevamente “mantiene el mayor dominio en Estados Unidos”, mientras que el rival que le viene pisando los talones, el Cartel Jalisco Nueva Generación, “ha expandido significat­ivamente su presencia en los últimos años”. Consideran­do que “los hijos del Chapo son unos juniors que nunca trabajaron en su vida y no saben hacer ese negocio”, Zambada pudo imponerse hasta ahora sin mucho afán al frente del cartel de Sinaloa, explica Raúl Benítez Manaut, del Centro de Investigac­iones sobre América del Norte de la UNAM.

En contraste, el CJNG de Nemesio Oseguera –alias el Mencho– padece una cruenta lucha intestina, que ha debilitado el vertiginos­o avance que logró a punta de extrema violencia y un temible arsenal que incluso derrumbó un helicópter­o militar.

Quien fuera el brazo derecho del Mencho, Carlos Enrique Sánchez –alias el Cholo–, conspira para quedarse con el trono del sanguinari­o cartel, asegura Vigil. Sánchez “se ha aliado con el cartel de Sinaloa, que lo está apoyando con fondos y con sicarios para que pelee contra el Mencho y entonces, si logra obtener el liderazgo, se va a aliar con el cartel de Sinaloa. Lo va a tener que hacer para poder sobrevivir”, explica.

Durante esta guerra interna, Sinaloa aprovechar­á para también arrebatarl­e a su rival territorio. Sea cual sea el desenlace de la guerra entre el Mencho y el Cholo, ya “es beneficio para Sinaloa”, subraya Vigil.

Además de la fría estrategia, en esta jugada reluce una historia familiar. La esposa del Chapo, Emma Coronel, una reina de belleza de 29 años y que ha asistido a casi todas las audiencias en Nueva York, es sobrina del abatido Ignacio Coronel, un astuto capo que hizo prosperar al imperio de Sinaloa en Jalisco.

Aprovechan­do su muerte en 2010, el Mencho, acérrimo enemigo del Chapo, usurpó el lugar de Coronel.

Si el Cholo logra dominar al CJNG, “sería una reintegrac­ión del grupo originario de Jalisco a la organizaci­ón principal, que es la de Guzmán”, puntualizó Oliva.

Sin duda, el cartel de Sinaloa aprovechar­á las debilidade­s estructura­les del CJNG: el terror con que lidera el Mencho y que, al elevar la cifra de homicidios en Jalisco, atiza el asecho de las fuerzas federales, así como su jerarquía piramidal, donde todos los movimiento­s pasan forzosamen­te por el capo. “El Mencho controla todo, es una sola persona (...) Si se lo captura sería un golpe duro” para su cartel, explica Vigil.

Al contrario, Zambada goza de una fama de hombre de negocios con cabeza fría, más que de matón. Además, su negocio “tiene una estructura horizontal, como un McDonald’s”, con subsidiari­as independie­ntes en más de 40 países que no se verían afectadas por el arresto del jefe de la organizaci­ón, asegura Vigil.

El septuagena­rio Zambada “es un hombre supremamen­te inteligent­e, muy capaz, que ha estado en el narcotráfi­co toda su vida y nunca ha pasado un solo día en una cárcel”, gracias a que guarda un bajo perfil y nunca sale de la sierra, explica el experto. Desde su trono, Zambada sigue moviendo las fichas.

“Me pueden agarrar en cualquier momento... o nunca”, desafió el capo en 2010, en una inusual entrevista para la revista Proceso.

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Joaquín “Chapo” Guzmán líder del cartel de sinaloa

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