el 0 a 0 no disfraza la realidad: un vibrante partido en el Parque
ROSARIO.– El 0 a 0 lejos estuvo de calificar a un partido que fue vibrante, que tuvo el condimento de disputarse bajo una lluvia torrencial y en el que sobraron situaciones en ambos arcos, especialmente en la segunda mitad.
Pudo ganar Newell’s, pudo haberlo hecho Defensa y Justicia. El empate es justo. Era demasiado castigo que uno cargara con la derrota al final de la noche. No se exhibieron en el terreno las diferencias de los presentes futbolísticos.
Newell’s quiere dejar atrás el sufrimiento que significó la derrota en el clásico. Es cierto que dio señales de recuperación ante Racing y, en parte, las ratificó anoche. Los hinchas despidieron al plantel con el reconocimiento del esfuerzo, cambiando el semblante del primer tiempo. Minutos antes, los simpatizantes estuvieron al borde del hartazgo; cuando promediaba el primer tiempo sonó el “jugadores...”, un canto más que claro en el fútbol doméstico.
Defensa llegó de manera impecable con cinco victorias consecutivas, posibilidades de alcanzar a Racing en la punta en tanto recupere sus encuentros ante Estudiantes y River; eran credenciales importantes. Anoche estuvo cerca. Su campaña es muy buena y mantiene el invicto. Y lo más importante: las convicciones.
El primer tiempo no pasó de la medianía. Porque Defensa no pudo prender el turbo y salir de una velocidad crucero. El concepto de juego y la confianza individual de los dirigidos por Beccacece no fueron suficientes. Está claro también, que aún en el remolino de ideas que es el conjunto local –no elige caminos correctos para avanzar–, supo maniatarlo y que no despliegue su juego. De hecho, contó el equipo que dirige De Felippe con dos oportunidades de gol. Una, muy clara, que desperdició Fertoli. Formica, Cacciabue y Leal triangularon en velocidad, pero el volante, de zurda, falló el disparo. Luego, una contra de Leal –con espacio y tiempo–, definió con una asistencia inocua, cuando tenía tiro ante Unsain.
Mástarde,Defensaentrómejoren el resbaladizo campo de juego, que ya sentía la torrencial lluvia sobre el Parque Independencia. Sin embargo, Newell’s reaccionó con dos ataques de Figueroa y Leal, que rechazó Unsain. Desde allí fue un intenso ida y vuelta; Nicolás Fernández, solo, la tiró afuera pese al magistral toque. La última media hora no dio tiempo para distracciones.
Los arqueros fueron importantes. Aguerre tapó, achicó, mostró seguridad y por él Defensa no convirtió más allá de dos jugadas que Fernández tiró afuera increíblemente. Unsain tuvo también protagonismo. Newell’s equiparó con intensidad y amor propio a un Defensa que marca tendencia con buen fútbol, un entrenador moderno y con ideas claras.
Fue un muy buen espectáculo. Las emociones se frenaron en las áreas. El gol no vino a la cita futbolística. Quizás no quiso ser cruel con ninguno de los dos.