Cierra sus puertas el Buenos Aires Design
El domingo se terminará el contrato de concesión
El sábado próximo se terminará la historia de un símbolo porteño. Ese día será el último del Buenos Aires Design, el shopping de referencia en diseño y decoración que desde 1993 funciona en el barrio de Recoleta. A partir del domingo se abrirá una nueva etapa para el predio, que volverá a ser administrado por la Ciudad. Tanto el gobierno porteño como la empresa que gestiona el inmueble, IRSA, confirmaron el cierre, a pesar de las negociaciones que hubo hasta la semana pasada para extender el contrato de explotación.
Después de 25 años, el paseo comercial y gastronómico entrará en un nuevo proceso de licitación de acuerdo con una ley que está siendo tratada en la Legislatura porteña. En el camino quedarán unos 70 locales cerrados y 700 personas desvinculadas de sus trabajos. Anoche, en asamblea, los empleados debatían los pasos a seguir. Una de las medidas planteadas era cortar el tránsito en las avenidas Del Libertador y Pueyrredón para reclamar por sus empleos (ver aparte).
Fuentes del gobierno porteño y de IRSA confirmaron a la nacion el cierre del Buenos Aires Design. Voceros del Ejecutivo dijeron que cuando, en 2013, se firmó la prórroga para extender la concesión por cinco años los locatarios y la empresa concesionaria estaban al tanto de que la fecha límite se cumpliría el domingo próximo. “No es algo que cayó de sorpresa. Todas las empresas sabían que el 18 de noviembre de 2018 se tenían que ir. Si hay cuestiones pendientes, deberán resolverlas entre privados”, afirmaron los voceros.
Fuentes de IRSA señalaron que estaban interesadas en extender el vínculo por entre 18 y 30 meses para buscar una solución que no afectara las fuentes de trabajo. Las negociaciones se prolongaron durante dos años, pero no avanzaron y la confirmación del cierre llegó de manera inesperada, según los comerciantes.
A partir del domingo, IRSA, responsable de los shoppings más importantes del país, tendrá tres meses para entregar el predio de Buenos Aires Design a la Administración de Bienes y Concesiones de la Ciudad. Voceros de la empresa contaron que se tomarán ese tiempo (hasta el 18 de febrero) para poner en condiciones todas las instalaciones y luego devolver las llaves del predio, con una superficie de 15.000 metros cuadrados y 34.000 m2 de construcción.
“Pensábamos que la negociación estaba avanzando porque teníamos la intención de continuar con la explotación y nos parecía oportuno hacer un cierre ordenado para preservar las 700 fuentes de trabajo. El viernes, desde el gobierno, nos informaron que debíamos retirarnos”, dijeron fuentes de IRSA.
Incertidumbre
Con el cierre del lugar, se abre un panorama incierto para los trabajadores. El cese de actividades afecta a los 70 locales de diseño y a los restaurantes y bares, entre ellos el Hard Rock Café. Voceros de IRSA sostuvieron que la empresa se hará cargo de la situación de los 25 empleados propios, reubicándolos en otros puestos de la compañía o indemnizándolos, en caso de que lo deseen.
Según IRSA y el gobierno, el resto de las personas deberán negociar las condiciones con sus empleadores. “La Ciudad no tiene por qué asumir ninguna responsabilidad, ya que no tiene ninguna injerencia en lo que pasa adentro. Se trata de contratos con empresas privadas”, dicen desde el gobierno porteño. Entienden que en los próximos días podría haber fuertes reclamos.
Aún no está claro por cuánto tiempo permanecerá cerrado el inmueble. Por lo pronto, IRSA tendrá hasta febrero para entregarlo “con una inversión superior a los 100 millones de dólares que le quedará al gobierno de la ciudad”, dicen en la empresa. La ley que promovió el Ejecutivo para una nueva concesión ya fue votada en primera lectura y espera ser tratada en audiencia pública para debatirse nuevamente y buscar la aprobación definitiva.
Entre los cambios más importantes se destaca que los ingresos por el canon mensual, que se calculará cuando finalice el tratamiento de la norma, se otorgarán al Instituto de la Vivienda (IVC). En la actualidad, los $400.000 mensuales que paga IRSA van al tesoro del Estado y se usan en diferentes fines. Con estos fondos, el IVC podrá fortalecer las políticas de urbanización que está implementando en villas porteñas.
Las nuevas reglas de juego establecen una concesión por 20 años con el foco puesto en el desarrollo cultural, gastronómico y comercial del predio. Además, habrá un mecanismo de actualización del canon. Como el edificio cuenta con protección histórica, la actividad que allí se realice no debe atentar contra el patrimonio de la ciudad. •