Trump y Macron, del romance a un divorcio en malos términos
El magnate disparó contra el presidente francés tras su última visita
WASHINGToN.– Emmanuel Macron clavó la primera aguja cuando dijo, en un discurso ante el mundo entero, que su filosofía era una “traición al patriotismo”. Y Donald Trump, que nunca reniega de una pelea, le respondió con sus pulgares en una furiosa diatriba en Twitter: le dijo que quería desviar la atención porque su gobierno estaba de capa caída, que nadie es más nacionalista que los propios franceses, y lo despachó con su mantra: “¡Restaure la grandeza de Francia!”
Trump y Macron, estandartes de mundos antagónicos, hundieron su vínculo al hilvanar un inédito pico de tensión.
“El nacionalismo es una traición al patriotismo”, había dicho Macron, ante 72 jefes de Estado reunidos en París para conmemorar el centenario del armisticio de la Primera Guerra Mundial. Su discurso, que recorrió el mundo, dejó un fuerte mensaje en contra de la filosofía que pregonan líderes autócratas, populistas y de ultraderecha, incluido el propio Trump, que lo escuchó a metros de distancia.
Trump y Macron parecían encaminados a principios de este año a forjar un vínculo estrecho que les permitiera matizar sus diferencias. En abril último, entre abrazos, bromas y elogios, los mandatarios ofrecieron sobrados gestos de química. Pero la relación, luego, se enfrió y la grieta entre ambos se agrandó.
Ayer, el magnate respondió al discurso de Macron con una diatriba en tres mensajes en Twitter que tocó un amplio abanico de temas: los roces por la oTAN; las dos guerras mundiales; el vino y el nacionalismo francés, y la baja popularidad de Macron.
“Emmanuel Macron sugiere construir su propio ejército para proteger a Europa de EE.UU., China y Rusia. Pero fue Alemania en la Primera y Segunda Guerra Mundial. ¿Cómo resultó eso para Francia?”, tuiteó el mandatario estadounidense.
“En París estaban empezando a aprender alemán antes de que llegara Estados Unidos. ¡Paguen por la oTAN o no!”, fue el mensaje más punzante de Trump.