“hay que creer que se puede ser más creativo”
El especialista dijo que no hay garantías ni recetas, pero sí hay técnicas, ya que la creatividad se puede mejorar y ejercitar
Estás en tu casa mirando una película de terror y tenés miedo. ¿Por qué tenemos miedo? Porque el cerebro no tiene la capacidad de distinguir entre realidad y relato”, explicó Estanislao Bachrach, PhD en Biología Molecular y profesor
full time de la Universidad Torcuato Di Tella a modo de introducción en su participación en el encuentro de Innovación. Dicho esto, retrucó: “Entonces, ¿cómo hacemos para vivir? La respuesta que da la biología está en el verbo más importante que tiene el ser humano: creer”, destacó.
Para entender si creativo se hace o se nace, Bachrach insistió en la capacidad de creer en uno mismo para impulsar sus talentos. El mejor de los ejemplos, que cruza a la mayoría de las civilizaciones, es la creencia en uno o más dioses. “La gente que cree en Dios no necesita verlo para creer, para ellos con creer es suficiente”, destacó. Con estos casos Bachrach quiso demostrar que la capacidad de creer también debe aplicarse a la creatividad.
“Hay muchas formas de definir qué es ser creativo. El primer paso es creer que se puede. ¿De qué depende? De lo que nos hayan establecido en los primeros diez años de nuestras vidas”, sostuvo, y detalló que el camino está lleno de padres, jefes, maestros y hasta entrenadores que hacen creer a sus hijos, empleados y alumnos que no pueden. Por eso, ante la duda de si creativo se nace o se hace, Bachrach llamó a los presentes a creer en que pueden mejorar. “La ciencia te va a avalar, el cerebro te va a acompañar”, explicó, y a modo de aclaración pidió desmitificar la noción de que la creatividad se da en uno de los hemisferios del cerebro. “Si sus chicos llegan de la escuela primaria dividiendo el cerebro y quieren poner la creatividad en algún lugar, no les crean. El proceso creativo es complejo y no sucede en un área específica. La buena noticia es que la biología descubrió hace 35 años que todas las áreas de la creatividad no están muertas, solo están en coma”, sostuvo.
Como segundo paso para impulsar la creatividad, Bachrach mencionó el “querer” y, como tercero y último, pero no menos importante, el “ejercitar”. “La creatividad se puede mejorar, practicar, pero no lo hacemos nunca. Los adultos no estamos dispuestos a practicar, pero incluso la gente talentosa y creativa practica todos los días”, reconoció.
Para el especialista, este último punto es de suma importancia, dado que “los Messi y los Einstein” son pocos. “Solo el 2% de la población tiene talento innato y la ciencia no puede explicar cómo hacen lo que hacen. Por eso, las empresas creativas también encuentran poca gente así. Sus empleados son gente normal que tiene la habilidad de ser más creativa porque practica”, destacó, y subrayó el concepto de normalidad: “Las organizaciones contratan gente buena y capacitada, pero es muy difícil decirle a un equipo de trabajo ‘tráiganme una idea creativa’ y que eso suceda, porque es muy difícil sacar algo que sea novedoso, a la gente le encante y encima lo pague”, sostuvo. En esta línea, aclaró que por eso, muchas veces, los brainstormings no generan los resultados esperados.
Para “practicar la creatividad”, Bachrach aclaró que existen métodos, profesores, libros y videos. “Existen personas que se dedican a estudiarla y conocen las técnicas”, agregó, aunque hizo un paréntesis: “Están muy de moda la creatividad y la innovación..., y la moda trae gurúes. Hay que tener cuidado con eso”, subrayó.
Para reforzar su explicación hizo una analogía con el tenis: “Si practicás el revés mil veces, es probable que en algún momento le pegues bien a la pelota. Pero si hacés lo mismo con la creatividad, no te puedo garantizar resultados. No hay garantías ni recetas, pero sí hay técnicas, lo más importante es encontrar la que mejor se aplique a uno mismo y estar dispuesto a practicarla”, concluyó.