¿Y si Gallardo sorprende ahora con el árbol de Navidad de Ancelotti?
La próxima jugada del DT de River sería sumar un volante ante la baja de Borré, pero planteando duelos tácticos por el centro del ataque
Acostumbrado a sorprender tácticamente en los últimos superclásicos, cuando a Marcelo Gallardo le preguntaron sobre las variables que analiza para la revancha en el Monumental, respondió: “Manejo todas las alternativas”. Alguna vez dio la nota ante Boca ubicando a Pity Martínez de enganche en un 4-3-1-2, en otra oportunidad a Pratto como wing derecho en un 4-2-3-1. La última jugada, una línea de 5 para jugar en la Bombonera, aunque lejos de que eso sea sinónimo de un planteo defensivo, en el 2-2 de la primera final de la Copa Libertadores sucedió todo lo contrario: el que impuso condiciones fue nuevamente River, doblando las marcas ante el tridente Villa-ábila-pavón y soltando a Montiel y Casco para complicar al equipo de Barros Schelotto por las bandas. ¿Y ahora?
La suspensión de Santos Borré le generó más que un interrogante, sobre todo porque Scocco no está en plenitud física y si quisiera mantener el 4-1-3-2 habitual con dos delanteros-delanteros, estaría obligado a ubicar a un juvenil (Julián Álvarez) o a un Rodrigo Mora que, últimamente, cuando recurrió a él lo hizo para jugar más como volante por la derecha que como Nº 9.
“Cuando uno idea la estrategia primero tiene que mirar a sus propios jugadores, pero también cómo se mueve el rival”, explicó Gallardo, al mismo tiempo que no descartó la línea de 5 para la definición en Núñez. Reconoce que como los detalles muchas veces definen partidos, trata de no dar pistas sobre las planificaciones.
Y la realidad es que los entrenadores no solo analizan los titulares en función de los momentos de sus propios futbolistas y el planteo del adversario, sino también contemplando qué “carta ganadora” puede quedarles en el banco de suplentes. Esto sucede siempre, pero más todavía ante una definición que puede tener un alargue de 30 minutos. Quizás eso les quite chances de titularidad a Scocco y Quintero.
Lo más probable es que termine dándole ingreso a un mediocampista más. El punto sorpresivo del DT de River no estaría en ese detalle, sino en la ubicación de esos volantes para, en la batalla táctica, volverle a generar a Boca la superioridad numérica que antecede cualquier dominio territorial. Tomando como punto de partida que el adversario le plantearía un 4-42 (algo que parece que hará el Mellizo a partir de la lesión de Pavón), no sería descabellado que Gallardo se la juegue con un 4-3-2-1, el sistema que Carlo Ancelotti definía como el “árbol de Navidad”. El Muñeco ya lo usó otras veces. Con la línea de fondo clásica y con Ponzio para generar el 3 vs. 2 con Maidana y Pinola sobre las dos puntas xeneizes, luego quedarían 5 vs. 4 dentro de los tres carriles centrales: Enzo Pérez, Palacios, Nacho Fernández, Pity Martínez y Pratto contra Pablo Pérez, Barrios, Izquierdoz y Magallán. Si Boca se vio superado en la Bombonera por los costados, quizás la próxima jugada de Gallardo sea generarle un lío por el centro.
Si ése llegara a ser el plan “A”, la alternativa sería algo más convencional con un 4-2-3-1: con Ponzio y Palacios; Nacho Fernández, Enzo Pérez o Quintero y Pity Martínez; y por delante de ellos Pratto. ¿Y el plan “C”? Salir desde el arranque con Scocco y Pratto arriba, con Ponzio como único contención y luego una línea de tres volantes habilidosos y con desdoblamiento: puede elegir tres de los cuatro nombres: Nacho Fernández, Enzo Pérez, Quintero y Pity Martínez.
¿La próxima jugada de Gallardo podrá ser un “árbol de Navidad”? Sí. No hay que descartar nada.