el uso de la inteligencia artificial en las ciudades permite saber cómo “sienten” los vecinos
la Universidad Politécnica de Valencia desarrolló una herramienta que con información de las redes sociales obtiene patrones de conducta
Cuando hablamos de smart cities nos referimos a las áreas urbanas y metropolitanas en las que las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) permiten mejorar los servicios que reciben los ciudadanos. La Inteligencia Artificial (IA) juega un papel relevante y fundamental en las ciudades inteligentes.
¿Qué es la Inteligencia Artificial? Coloquialmente es la ciencia que permite desarrollar un sistema informático que emula o simula las características que son comúnmente asociadas con la inteligencia humana, como reconocer la palabra, el lenguaje, un texto o imágenes, aprender a partir de los datos, tomar decisiones o resolver problemas igual que los humanos. Los datos a los que se accede a partir de la IA aplicada a un entorno urbano en tiempo real nos permite administrar recursos como la energía, el tráfico y la infraestructura. Y los datos, que el Internet de las cosas (IOT) nos facilita, se convierten en información que podemos utilizar para construir sistemas predictivos que nos permitan predecir áreas conflictivas. La seguridad pública mejorará a medida que los sistemas de IA puedan predecir y tomar medidas durante las emergencias. También será útil para anticipar atascos y ayudar a facilitar la movilidad de los ciudadanos. Además, la información sobre el tráfico en tiempo real puede ayudar a la visualización y descongestión de las zonas más importantes de la ciudad.
Identificando comportamientos
Los datos sobre el uso de la energía pueden utilizarse para gestionar la producción de la misma. Las ciudades cada vez demandan más energía y la IA puede ayudarnos a identificar comportamientos de consumo y entonces, mediante técnicas de persuasión, ayudar a corregir malas costumbres. También a partir de monitorizar el consumo de energía de las ciudades se pueden predecir posibles cortes accidentales de suministro y prevenirlos.
En el caso de la gobernanza urbana, el aprendizaje automático y la IA se utilizan cada vez más para proporcionar un análisis, casi en tiempo real, de cómo cambian las ciudades para revelar rápidamente cómo el desarrollo real de la urbe se alinea con la planificación y zonificación, o qué comunidades son más propensas a las saturaciones de tráfico. En definitiva se trata de aprender cómo la gente utiliza las ciudades y entonces poder adoptar medidas al uso que de las mismas realizan sus ciudadanos.
El avance de la inteligencia artificial está abriendo cada vez más las puertas a las oportunidades para el desarrollo inteligente de las ciudades, y debido a la relativa facilidad con la que los gobiernos locales pueden ahora recopilar datos en tiempo real, gracias al desarrollo e implantación del Internet de las Cosas, disponemos de más y mejor datos que las técnicas de la IA pueden utilizar dando lugar a nuevos e interesantes servicios ciudadanos más eficientes y eficaces.
El aporte de la geolocalización
El Grupo de Tecnología Informática e Inteligencia Artificial (GTIIA) de la Universidad Politécnica de Valencia aplicó técnicas de IA al desarrollo de servicios de movilidad en ciudades inteligentes y ha desarrollado una herramienta llamada Utool que recoge información de redes sociales, datos que están geolocalizados, y a partir de los mismos obtienen patrones de desplazamiento de las personas en una ciudad, analizan cuáles son las emociones que se producen ante un evento en una ciudad y también en los distintos barrios.
¿Para que utilizar estos resultados? Los análisis de movilidad permiten decidir dónde colocar una valla publicitaria, distinguir en una ciudad la actividad de turistas y vecinos de la ciudad, planificar efectivos ante determinados eventos deportivos o conciertos, recomendar rutas para turistas, sugerir rutas alternativas para evitar aglomeraciones, etc. Los resultados de análisis sentimental permiten detectar quejas o comentarios positivos en una ciudad o en un determinado evento por zonas, identificar la opinión pública por barrios, censos electorales y recopilar incidencias en servicios públicos y evaluar servicios de atención al cliente.
Cuando se construyen sistemas de inteligencia artificial no debemos olvidar que deben satisfacer las normas, las necesidades de las autoridades y los ciudadanos, además, se deben construir teniendo en cuenta las perspectivas y la participación de quienes habitan las urbes. Bien utilizada no sólo puede ayudar a crear un entorno más cohesivo, sino que también puede ayudar a los ciudadanos a tomar decisiones más inteligentes. Además del término smart city también cobra relevancia el término smart citizen, ciudadanos que aprovechan la tecnología para mejorar sus ciudades y los servicios que les ofrecen. © EL País •
los análisis de movilidad permiten decidir dónde colocar una publicidad y hasta diferenciar la actividad de los turistas de la de los vecinos