Otra amenaza para California: el aire contaminado
El humo de los incendios degradó su calidad y puso en alerta al norte del estado; hay 74 muertos
PARADISE, California.– Los incendios forestales que redujeron a cenizas vastas extensiones de California ahora presentan una nueva amenaza a los habitantes: el aire es tan espeso que se considera uno de los más contaminados del mundo.
Los residentes del norte de California, donde está el mayor incendio de los varios que azotan al estado, quedaron en los últimos días expuestos a un nivel de contaminación del aire superior incluso a los de megaciudades de China y de la India, que suelen encabezar las estadísticas internacionales.
En las comunidades cercanas al incendio de la ciudad de Paradise, una niebla apocalíptica cubrió los caminos, los evacuados se calzaron máscaras y los hospitales se llenaron de pacientes internados con problemas respiratorios.
Los especialistas, con la vista a largo plazo, advirtieron asimismo que esta situación será cada vez más habitual, con más consultas médicas e internaciones hospitalarias, debido a los incendios derivados de la sequedad del clima, el avance de las comunidades en zonas boscosas y el calentamiento global.
“Si la mala calidad del aire que están dejando los incendios forestales no empieza a causar preocupación entre la gente, no sé qué lo hará”, dijo el doctor John Balmes, neumonólogo de la Universidad de California.
El Camp Fire, declarado hace más de una semana cerca de la ciudad de Paradise, arrasó hasta ahora con más de 57.000 hectáreas en el norte del estado más poblado del país. Las llamas dejaron por lo menos 74 muertos, en una cuenta que no deja de crecer, al igual que el número de desaparecidos, que en otra dramática escalada superó ayer los 1000.
En el sur, cerca de Los Ángeles, el Woolsey Fire quemó cerca de 40.000 hectáreas, incluido el emblemático balneario de Malibú, repleto de mansiones de las estrellas del espectáculo, sobre la costa del Pacífico.
Cerca de 9000 bomberos están desplegados en los dos frentes, decenas de miles de pobladores fueron evacuados y muchos aún no tienen posibilidad de volver a sus casas, que podrían ni siquiera estar en pie.
El centro de las operaciones de búsqueda de personas desaparecidas tiene lugar en Paradise, una ciudad con una elevada cantidad de jubilados, el sector de población más numeroso entre las víctimas.
“Hay una nube permanente sobre la ciudad. El aire parece más espeso. Nunca había visto tanta gente con máscaras”, dijo Melvin Karsenti, un habitante de San Francisco, 200 kilómetros al sur de Paradise y donde las autoridades dieron la alerta anteayer por la contaminación. Las escuelas permanecieron cerradas y el emblemático Golden Gate quedó envuelto en una espesa niebla.
El presidente Donald Trump –que desde hace días tiene en la mira al gobierno demócrata del estado, al que acusa de incompetencia e imprevisión por los catastróficos in- cendios– viajó ayer para evaluar la situación y reunirse con damnificados, bomberos y rescatistas.
Trump aterrizó en la base aérea Beale, en el norte del estado, cerca de Paradise. “Parece que hay muchas más personas desaparecidas de las que cualquiera se habría imaginado”, dijo Trump. “Quiero estar con los bomberos”, añadió, y destacó su “extraordinaria valentía”.
California encarna la oposición a Trump en muchos frentes, de la inmigración al medioambiente, y también la regulación de las armas. También es el que tiene mayor número de inmigrantes indocumentados, blancos frecuentes de las políticas del presidente.
Diario The New York Times y agencias
AFP, DPA y Reuters