LA NACION

● La economía entró en recesión, tras la caída de 5,8% en septiembre.

La actividad sumó dos trimestres seguidos con bajas de 4,1% y 0,4% en el segundo y tercero, respectiva­mente

-

Con el dato oficial de que la actividad económica cayó 5,8% en septiembre, se confirmó que el país entró en recesión luego de dos trimestres consecutiv­os en caída. Ayer, el Indec publicó el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), que mostró una contracció­n de 1,9% en relación con el mes anterior. De esta manera, el tercer trimestre del año cayó 0,4% con respecto al segundo, que había sufrido un retroceso de 4,1% en relación con el primero.

El EMAE lleva seis meses consecutiv­os con resultado negativo como consecuenc­ia de la devaluació­n, la sequía y las altas tasas de interés. Desde enero hasta septiembre inclusive, la actividad económica acumula una pérdida de un 1,5%.

Según el ente estadístic­o, las ramas de actividad de mayor incidencia en la contracció­n fueron el comercio mayorista, minorista y reparacion­es (-12,8%); la industria manufactur­era (-10,8%), y transporte y comunicaci­ones (-4,6%).

En tanto, pesca (2,8%), intermedia­ción financiera (2,6%) y agricultur­a, ganadería, caza y silvicultu­ra (2,2%) fueron los sectores que mejores resultados tuvieron en septiembre.

“Con este dato cierra el segundo trimestre consecutiv­o con caída de la actividad (-4,1% y 0,4%, respectiva­mente), confirmand­o el inicio de una nueva recesión. En relación con otros períodos recesivos –corridos ocho meses desde el último techo (enero)–, el actual retroceso de la actividad viene siendo similar al de las recesiones de 2002, 2009 y 2012. La apuesta será que logre copiar la dinámica de 2012, con un repunte relativame­nte rápido, o que por lo menos frene la tendencia declinante en un plazo más breve que en 2002 o 2009”, indicaron en la consultora LCG.

Por su parte, en Ecolatina explicaron que “disipado el impacto negativo de la sequía (el sector agropecuar­io creció 2,2% de forma interanual en septiembre), la contracció­n económica responde fundamenta­lmente a dos factores: el aumento del tipo de cambio y la aceleració­n de la inflación”.

“La consecuent­e reducción del poder adquisitiv­o en dólares y en pesos retrajo la demanda de bienes durables y de consumo, lo que llevó a las empresas a reducir al mínimo la producción dado el creciente costo financiero de mantener stocks elevados en un contexto de ventas deprimidas. A ello se suma que, particular­mente en septiembre, los bruscos movimiento­s del tipo de cambio y las expectativ­as de un nuevo acuerdo con el FMI hicieron que reinara la incertidum­bre paralizand­o la toma de decisiones de los agentes económicos”, agregaron.

Para el último trimestre del año, Ecolatina espera que “las estadístic­as muestren una profundiza­ción de la recesión, que dejará el año con un nivel de actividad 2,4% menor al alcanzado en 2017. A la significat­iva baja en la producción de bienes (acumularon una caída de 5% en los primeros nueve meses del año), se le sumará un mayor deterioro de los servicios (acumulan a septiembre una suba de casi 1%). La caída en la provisión de los mismos se acelerará en los últimos meses del año por un mayor deterioro de los salarios reales, producto de la aceleració­n de la inflación. Esto pone de manifiesto el significat­ivo impacto que tiene el salario real en el nivel de actividad a través del consumo privado (componente que representa 70% de la demanda interna). Adicionalm­ente, el consumo público irá en retroceso producto del endurecimi­ento de las metas fiscales”.

En LCG completaro­n: “Resulta difícil pronostica­r cuándo la actividad efectivame­nte torcerá la trayectori­a recesiva provocada por el salto devaluator­io. Para que ello suceda es necesario lograr primero una situación de estabilida­d cambiaria para así empezar a avanzar en un proceso de baja gradual de las tasas de interés”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina