LA NACION

cincuenta años de Leyenda

En septiembre de 1968, Peugeot lanzó en el Salón de París el 504, un auto revolucion­ario por diseño y calidad, acorde con aquella época de años turbulento­s

- Por Gabriel Tomich

Las calles de la bella París estaban agitadas en mayo y junio de 1968. Las violentas protestas estudianti­les, seguidas por una gran huelga general, no solo pusieron en jaque al gobierno de Charles De Gaulle, también encendiero­n el fuego (como diría Jim Morrison) de una juventud que rompió con la cultura de posguerra de sus padres (y de muchas generacion­es previas) y se embarcó en la búsqueda de mayores libertades políticas y sociales, con efectos como la revolución sexual, el encumbrami­ento del rock como su vertiente musical y hasta el Flower Power de paz y amor de los hippies.

El Mayo Francés no solo cambió el mundo; también los planes de Peugeot, que debió postergar tres meses la presentaci­ón de un ícono de su historia (y por entonces su modelo insignia): el 504. Un auto de líneas modernas, a tono con el efervescen­te ambiente social de 1968, diseñado por Aldo Brovarone del estudio Pininfarin­a, que finalmente se presentó en el Salón de París, el 12 de septiembre de aquel convulsion­ado año.

Para festejar ese medio siglo, Peugeot presentó en París 2018 el concept car e-legend inspirado en la hermosa coupé 504. No fue casualidad, cuenta Jean-philippe Imparato, CEO de la marca del león: “estábamos tomando un café con Gilles Vidal (jefe de diseño de la marca) y dijimos que el 504 cumplía 50 años y que la coupé era lindísima… pues entonces, digámosle al mundo que con nuestra historia escribimos nuestro futuro”.

Pero además, para festejar los 50 años del modelo, Peugeot organizó una caravana para periodista­s, gracias a la que estuvimos dos días al volante de tres impecables joyas del linaje 504 sacadas del museo de Sochaux: un sedán 1974, el vastamente conocido “Yeyo” en nuestro país, y dos versiones más exclusivas y escasament­e vistas por estas latitudes: un soberbio 504 Cabrio de 1977 con motor de 106 CV de potencia y una espectacul­ar Coupé V6 Injection 1983, la última serie de toda la familia 504 en Europa antes de dejar paso definitiva­mente al 505, que había sido lanzado en 1979. Un suceso mundial El suceso del 504 fue inmediato. En 1969 fue nominado Auto Europeo del Año y en marzo, en el Salón de Ginebra, se sumaron a la gama las exquisitas versiones coupé y cabriolet (ambas firmadas por Pininfarin­a). Cabe acotar que la fabricació­n de estas versiones de dos puertas no se realizó en Sochaux como el resto de la gama, sino en la propia Pininfarin­a en Italia, con una producción total que alcanzó 22.974 coupés y 8188 cabrios hasta su final más de una década después.

Un año largo más tarde, en septiembre de

1970, hicieron su presentaci­ón las variantes Break (rural o station wagon, como se les dice ahora), Familiale (de 3 filas de asientos y 7 plazas) y Commercial­e, una especie de furgón urbano. Como el 504 daba para todo, en París 1976 se introdujo en la gama la primera versión diésel europea (2304 cc de 70 HP) y en 1979 la súper exitosa pickup que, como bien sabemos, sigue prestando buenos servicios en la Argentina.

El 504 de 1968 estaba equipado con un motor de

4 cilindros en línea de 1796 cc y 80 CV, y contaba tanto con caja manual de 4 marchas como con una caja automática ZF. Pero, más allá de los fríos datos técnicos de la mecánica, era un auto innovador: dirección a cremallera, discos de frenos delanteros, palanca de cambios al volante (en 1972 pasó al piso), techo solar corredizo y alta calidad de materiales y terminacio­nes a un costo relativame­nte accesible. Según la revista Autocar en

“Con nuestra historia escribimos nuestro futuro, por eso el concept car e-legend eléctrico se inspiró en la coupé 504” Jean-philippe imparato

1968, “el 504 está entre los más finos touring cars de Europa y su sistema de ventilació­n es suficiente para disipar humos de ajo y de Gauloises”.

El 504 Sedán y otras versiones se fabricaron en Sochaux hasta 1983, pero siguió vigente en otros países hasta llegar a más de 3,5 millones de unidades producidas. Si bien se fabricó en China, Chile, Nueva Zelanda, Australia, Túnez, Taiwán y Egipto, los países con más tradición del

504, además de Francia, fueron Nigeria, donde se produjo durante ¡42 años! (1968-2010), seguido de cerca por Kenia (1968-2005) y por la Argentina (1969-1999). Por las rutas argentinas Con el régimen de promoción industrial automotor de fines de los ‘50 y principios de los ‘60 se instalaron varias fábricas de automóvile­s en nuestro país. Entre ellas, la de IAFA (Industrial­es Argentinos Fabricante­s de Automotore­s) en Berazategu­i, al lado de la Ruta 2 que, con licencia de Peugeot Francia, comenzó a ensamblar allí a mediados de 1960 (ya lo hacía en otra locación) el

403 y luego, en 1961, tanto a éste como al flamante

404 hasta fines de 1964, en que dicha planta fue cerrada debido a una disputa legal entre IAFA y el resto de los fabricante­s agrupados en Adefa.

Esto impulsó a Peugeot, en sociedad con Citroën por entonces, a tomar el mando en la Argentina y crear Safrar (Sociedad de Automóvile­s Franco Argentinos) para desde 1965 retomar la producción del 404 y comenzar en 1969 la del flamante 504 en Berazategu­i, mientras ya contaba también con el centro industrial de El Palomarvil­la Bosch, creado en 1963, que sigue en funcionami­ento. En 1980, Safrar y Fiat Concord se asociaron para formar Sevel Argentina (que siguió la producción del 504, ya en El Palomar, desde

1981 hasta 1999), pero esa es otra historia. Cuando cesó su producción en 1999, se habían vendido en la Argentina 491.959 unidades 504, entre ellas las primeras de 1969 a 1971 con motor

1.6 L y faros redondos, que cambiaron a 1.8 L y trapezoida­les (hoy quizá los más distintivo­s del modelo) en 1972 (mientras el anterior pasó a denominars­e 1.6 GL hasta 1974, cuando se le colocó también el motor 1.8 L y se llamó 1.8 GL). En 1973, Safrar lanzó la serie X (XE, XL y el más lujoso XSE) y en 1976 la serie 2000 con las versiones E, L y SE, ya con motor de dos litros.

Un año más tarde, los más fierreros recordarán el 504 TN (por la categoría Turismo Nacional) celeste y blanco, bien picante para competir contra los no menos hot Fiat 125 biálbero, con el motor de 4 cilindros en línea inclinado a 45° de 1971 cc con tapa de aluminio, árbol de levas lateral y válvulas a la cabeza, que entregaba 110 HP (SAE), 14 más que las versiones 2000 E y SE

estándar. En 1979, se cambiaron las manijas de las puertas (siguiendo la modificaci­ón en Europa) para los nuevos modelos S (SES y el flamante SED diésel) y hubo una segunda versión del TN (esta vez naranja con franjas negras).

Con el control de Sevel, en 1981 comenzó la producción de la pickup y, en 1982, con restyling mediante (paragolpes y parrilla de plástico negro, cinturones de 3 puntos adelante y más) se lanzó el 504 GR, el primero con caja de quinta marcha (aunque también se siguió produciend­o con la de cuarta) y llantas ahora con cuatro tuercas, de 14 pulgadas. Para 1983, la línea quedó conformada por las versiones GLS, GLD (diésel) y SL (full), mientras se dejaron de importar los modelos Break y Familiale, que llegaban desde 1979. La versión gasolera de 1984 fue la primera con el nuevo motor “diésel ligero”. Luego siguieron una serie de rediseños y cambios de denominaci­ones: 1986 (restyling de la pickup), 1988 (retoques para la serie S; versiones SR y SRD, con paragolpes envolvente­s), y 1990 (versión SRX, nuevo tope de gama con la parte trasera rediseñada por Pininfarin­a), que quedó hasta el cese de la producción. Por la campiña francesa ¿Qué mejor marco que los ondulantes campos del este de Francia, no muy lejos de la frontera con Suiza, para manejar un 504 Cabrio con un cielo diáfano y el sol a pleno? Seguro que muy pocos en todo el planeta.

En esa región se encuentra la pequeña ciudad de Sochaux, donde se instaló la primera fábrica de automóvile­s de la marca del león y donde hoy también se encuentra el Museo de l’aventure Peugeot y a unos pocos kilómetros el Centro de Archivos de Terre Blanche, en Hérimoncou­rt, donde no solo están todos los archivos, planos, libros contables y documentos de la historia de Peugeot, el más antiguo de 1722, sino también la increíble Reserva del Museo: largas estantería­s de autos de todas las épocas, de calle (hasta un 504 taxi de Buenos Aires) y de competició­n, para abastecer a las salas públicas de Sochaux.

De allí salieron las mencionada­s joyas que manejamos durante dos jornadas (un sedán 1974, un cabrio 1977 y una coupé 1983), alternándo­las con el test drive de su heredero directo actual, el flamante Peugeot 508. Un total de más de 300 km en el que se pudo comprobar el impecable estado de conservaci­ón de las unidades antiguas (el museo cuenta con un amplio taller y especialis­tas para la reparación y el mantenimie­nto de todos los modelos), además de la calidad, el lujo y la tecnología que tenían esos autos para su época.

El más nuevo, de la última serie, era la coupé con motor naftero V6 longitudin­al de 2664 cc

12 válvulas con el pionero sistema de inyección mecánico Bosch K-jetronic, a la que no le faltaba ninguno de los 144 CV a 5500 rpm originales (en las autopistas le sobraba paño para ir a la velocidad máxima de 130 km/h). Con tracción trasera y caja de velocidade­s de 4 marchas con palanca al piso, esta coupé respondía además con mucha rapidez al acelerador. De hecho, según datos de fábrica, aceleraba de 0 a 100 km/h en 10,2 s y llegaba a los 189 km/h. Nada mal para un modelo de

1983, que además sirvió de inspiració­n, como se dijo, para el concept car e-legend eléctrico que el león presentó en el último Salón de París.

Por su parte, el hermoso Cabrio modelo 1977 que manejamos está equipado con un propulsor de 4 cilindros en línea de 1971 cc, que desarrolla una potencia de 106 CV a 5200 rpm, combinado con una transmisió­n de 4 marchas y tracción trasera para dar una sensación de conducción vivaz, relajada y ágil.

Para el final queda el emblemátic­o Peugeot

504 que conocemos (sedán para los franceses). Con muy pocos kilómetros en su haber, la unidad que probamos, modelo 1974, cuenta con el clásico motor de 4 cilindros en línea de 1796 cc y

80 CV (con caja de cuarta y tracción posterior), que bien sirvió durante más de tres décadas en el vano de este modelo que quedó en la historia de la industria automotriz mundial.

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Nicolas zwickel / prensa peugeot
 ?? Fotos de nicolas zwickel / prensa peugeot ?? Caravana. La impecable y potente coupé V6 con inyección de combustibl­e comanda la columna, seguida por el 504 Cabrio y varios 508
Fotos de nicolas zwickel / prensa peugeot Caravana. La impecable y potente coupé V6 con inyección de combustibl­e comanda la columna, seguida por el 504 Cabrio y varios 508
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Inmortal. Un ícono de nuestros caminos y los de muchos otros países representa­do por este soberbio modelo francés de 1974
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La Reserva del Museo Peugeot de Terre Blanche, donde se guardan los modelos de calle y competició­n de todas las épocas a la espera.

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