Diez claves para entender lo que está en juego en la cumbre
¿Cómo será la dinámica de la cumbre?
La Cumbre del G-20 será el evento político internacional más importante de la historia argentina. Nunca antes vinieron, juntos, los mandatarios que integran el grupo de naciones que representan el 85% del PBI mundial. El encuentro se desarrollará entre el 30 de noviembre y el 1º de diciembre y tendrá como núcleo Costa Salguero, aunque también habrá actividades en el centro porteño. Los líderes participarán de cuatro sesiones de debate, con el objetivo de llegar a una declaración final consensuada entre todos los participantes. Durante esas sesiones estarán acompañados por sus delegaciones, pero también habrá un retiro en el que solo participarán los mandatarios.
¿Cuáles son los temas que predominarán en las conversaciones?
Pese a los temas propuestos por los países anfitriones, durante las cumbres del G-20 siempre suelen colarse las cuestiones más apremiantes de la coyuntura. En este caso, se espera que el foco esté puesto en el comercio y el cambio climático. La guerra comercial entre China y los Estados Unidos será el tema más urgente y se espera una definición de los gobiernos en torno al futuro de los multimillonarios aranceles impuestos este año al comercio internacional. En cuanto al cambio climático, se aguarda que vuelvan a ponerse en discusión los objetivos del Acuerdo de París, que en la Cumbre del G-20 de Hamburgo terminó con un portazo de Donald Trump, que había anunciado su retiro del pacto.
¿Qué temas propuso la Argentina?
La agenda propuesta por el gobierno de Mauricio Macri contempla tres tópicos que tienen un anclaje en el presente, pero que buscan una proyección a largo plazo. El G-20 trabajó durante las más de 60 reuniones que se desarrollaron este año dentro y fuera del país sobre los temas infraestructura para el desarrollo (centrado en el déficit de infraestructura que predomina en los países en desarrollo y las alternativas para fomentar la inversión), el futuro del trabajo (la búsqueda de mecanismos que permitan proteger el empleo y adaptar los procesos de producción ante el desarrollo de nuevas tecnologías) y un futuro alimentario sostenible (promoción del cuidado de los suelos para aumentar la productividad).
¿Cuál es el objetivo de esta cumbre?
En el Gobierno confían en lograr una declaración que cuente con el aval de los 19 mandatarios más la Unión Europea, pero admiten que es una misión “compleja” debido a las fuertes diferencias que mantienen algunos líderes. A lo largo del año, la Argentina fue mediadora en las discusiones y, según el macrismo, se lograron importantes consensos. Sin embargo, los presidentes son los que tienen el veredicto final para ratificar o echar por tierra los acuerdos alcanzados durante la cumbre de la semana que viene. El documento del encuentro del año pasado, en Alemania, salió sin acuerdo de todas las partes.
¿Qué tendría que ocurrir para que la Argentina considere el encuentro como un éxito?
“Sudor”, es la palabra que eligió el sherpa argentino y exvicecanciller, Pedro Villagra Delgado, para describir qué es lo que hará falta para que la cumbre termine con una declaración consensuada. Con el objetivo de no repetir el fracaso de la declaración de 2017, el Gobierno no aspira a que de la cumbre de Buenos Aires surja la solución a la guerra comercial, a los desencuentros sobre el cambio climático o la crisis migratoria, sino que espera que en el documento final queden expuestos más consensos que diferencias. Por eso, aseguran que la meta será redactar un documento “de ambigüedades constructivas” que permitan incluir a todos en “una declaración de consensos”.
¿Qué busca Macri con las bilaterales?
El Presidente intentará aprovechar la sintonía con las principales potencias para plantear, durante los encuentros al margen de la cumbre, temas que su gobierno considera prioritarios, como la llegada de inversiones, el financiamiento para obras de infraestructura, acuerdos comerciales y cooperación en materia de energía. Macri también agradecerá a los países por el apoyo a su programa económico, fortalecido por el acuerdo con el FMI, y a la aspiración de la Argentina para ingresar a la OCDE. Fuentes del Gobierno señalaron que pueden concretarse acuerdos y anuncios como la ampliación de los vuelos comerciales a las islas Malvinas.
¿Dónde habrá rispideces?
La guerra comercial y el cambio climático fueron el centro de los roces durante la cumbre del año pasado en Hamburgo y también lo serán en Buenos Aires. Donald Trump y Xi Jinping mantendrán un encuentro bilateral en Buenos Aires, donde intentarán acercar posiciones en torno a la guerra comercial. En cuanto a la Argentina, el Presidente planteará en sus bilaterales con los Estados Unidos la necesidad de levantar las retenciones a la exportación de biodiésel argentino y se espera que con China aborde la construcción de una nueva central nuclear, foco de preocupación en Pekín tras los vaivenes financieros de nuestro país.
¿Cómo será el operativo de seguridad?
La cumbre demandará el despliegue de un operativo de seguridad inédito en nuestro país. Habrá en actividad 13.400 oficiales de las fuerzas federales, a los que se sumarán 9000 agentes de la Policía de la Ciudad y de la bonaerense, 3500 custodios internacionales y 200 buzos tácticos. Se usarán cuatro carros de asalto blindados, seis aviones de combate, cuatro helicópteros, 30 motos y dos lanchas, entre otros dispositivos. Habrá importantes cortes de tránsito en los alrededores de Costa Salguero, en Recoleta, Puerto Madero y un amplio sector del centro porteño. Durante la cumbre habrá interrupciones en los servicios de subtes, trenes y aviones y barcos. Los colectivos alterarán su recorrido.
¿Cuál será el legado de la presidencia argentina?
Una vez terminada la cumbre, el sábado próximo, la Argentina deberá dejar la presidencia a Japón, que quedará a cargo de la organización del evento para 2019. Hoy, la “troika” es completada por Alemania (que ejerció la presidencia el año pasado). Según estiman en Cambiemos, el gobierno de Shinzo Abe manifestó su satisfacción con el tópico Infraestructura para el Desarrollo, elegido por Mauricio Macri como una de las prioridades de la cumbre argentina. Aunque no está confirmado, existe la posibilidad de que Japón le otorgue continuidad al trabajo para eliminar la brecha de infraestructura que existe entre las potencias y los países en desarrollo.
¿Qué participación tuvo la sociedad civil?
Durante el año hubo numerosas reuniones de los grupos de afinidad del G-20, que representan a distintos sectores de la sociedad civil de los países miembros, como a las mujeres, los empresarios, los jóvenes, los think tanks, la comunidad científica, ONG o el sindicalismo. De esos encuentros surgieron documentos con una serie de propuestas de gestión a los mandatarios, que podrán tomarlas o no. Durante la cumbre de líderes del próximo fin de semana, los jefes de Estado recibirán recomendaciones sobre corrupción, políticas de género, educación, trabajo, medio ambiente, emprendedurismo, protección social y monitoreo de los suelos.