Renace entre las nubes el único museo regional de artes plásticas de Jujuy
Caso testigo del serio riesgo que amenaza a valiosas colecciones, fue rescatado de un grave deterioro en su infraestructura; el aporte privado resultó decisivo
CALILEGUA, Jujuy–. Los quince años le devolvieron el esplendor con el que nació acunado por las nubes; las nubes verdaderas que envuelven casi permanentemente la selva de este rincón norteño y las nubes fabricadas a fuerza de soñar a lo grande y con otros.
La Noche de los Museos de la provincia de Jujuy fue, el viernes pasado, el marco ideal para la reinauguración del único museo regional de arte de esta provincia, rescatado por el esfuerzo conjunto de una empresa privada y toda una comunidad. La ocasión atrajo a esta pequeña localidad, a 130 kilómetros de San Salvador, la capital jujeña, a artistas, funcionarios provinciales y municipales y legisladores, a los que se sumó el presidente de la Academia Nacional de Bellas Artes, Alberto Bellucci, quien alertó sobre el riesgo de cierre de algunos museos de esta región.
Los coyuyos que musicalizan el día a día de los doce mil habitantes de Calilegua acompañaron durante dos años a los empleados municipales, estudiantes y artistas que llevaron adelante las tareas de restauración coordinadas por Leonor Calvó, académica delegada de Bellas Artes y responsable del área de Cultura de la empresa Ledesma, que invirtió cerca de un millón de pesos para la puesta en valor del Museo Regional de Artes Plásticas de Calilegua.
Esos trabajos replicaron el esquema mixto (público y privado) con el que, en 2003, se plasmó la iniciativa de un grupo de artistas plásticos de la región que, tras dos encuentros, en 1998 y 1999, y una intensa actividad en un taller, tradujeron en la planificación de un museo la necesidad de un lugar donde conservar las obras que producían. El periodista y escultor Juan José Cánepa asumió el proyecto y obtuvo de Ledesma la concesión en comodato al municipio de Calilegua de dos galpones que habían sido almacenes, y también ayuda para su restauración y adaptación a sala de arte y centro cultural.
El patrimonio inicial del museo se vio enriquecido por la donación de unas 150 obras de Nicasio Fernández Mar y de su colección privada, que hizo Alicia Distel Fernández, hija del pintor y escultor. De ahí que el museo de Calilegua ostente obras suyas y de otros artistas que expresan la identidad del noroeste argentino, como Medardo Pantoja, Salvador Benjuya, Eolo Pons, Pastor Monzón Titicala y Jorge Gnecco.
Desde su apertura fue dirigido por Cánepa, que se alejó, en 2009. Fue entonces cuando la autoridad municipal designó a cargo de la gestión, con un presupuesto prácticamente nulo, a una de las empleadas más entusiastas del museo, Ester Díaz. Las frecuentes lluvias y la falta de mantenimiento deterioraron la infraestructura de tal forma que hubo que descolgar obras por filtraciones de agua e inutilizar uno de los dos “galpones” .
En 2016, tras dos años de hacer actividades conjuntas entre el museo y el Centro de Visitantes de Ledesma, a cargo de Calvó, surgió la posibilidad de volver a pedir ayuda a esa empresa. “Fuimos enlazando voluntades y trabajos para darle brillo”, compartió Calvó, y destacó el compromiso de Díaz y sus compañeros de equipo, el artesano Hugo Antelo y el artista plástico Iván Parraga. Los tres se pusieron el proyecto al hombro y contagiaron con su entusiasmo a otros empleados municipales y vecinos que, sin que nadie se lo pi- diera, fueron a dar una mano en las refacciones. Participaron también alumnos y profesores del taller de capacitación en oficios de la Escuela Herminio Arrieta, de Libertador General San Martín, localidad vecina a Calilegua. Entre todos repararon los techos y depósitos, mejoraron la instalación eléctrica y el sistema de iluminación, instalaron rieles para el montaje de obras e hicieron otros arreglos en las salas de exposición y en el jardín.
“Esto es un revivir. Pensaba que nunca más se iba a poder levantar por el grado de deterioro al que se había llegado”, dijo Cánepa a la nacion, y destacó tanto la ayuda de Ledesma como la del intendente de entonces, Juan Szemezuck. “Por más iniciativa que tuviéramos yo y mis amigos artistas, sin una decisión política esto no habría sido posible”, agregó.
La actual intendenta de Calilegua, Elsa Flores, abrió el acto y destacó el trabajo conjunto como “la única forma de realizar los sueños y lo que uno se pone como objetivo”. Y agregó: “¡Y qué hermoso llegar a la meta! Eso es posible con el acompañamiento de cada uno de los que pusieron un granito de arena”.
Díaz, que hasta el momento gestiona el museo sin oficina, escritorio ni teléfono, contó : “Hacemos todo a pulmón, porque el presupuesto para Cultura casi no existe”. Más tarde, Calvó le anunció que la empresa benefactora le donaría una notebook y continuaría la ayuda para proveerlos de una oficina y proseguir con la adaptación de los depósitos.
Bellucci recordó que “resucitar un museo es importantísimo; ahora viene mantenerlo” y advirtió que Jujuy tiene museos que aún no se han conformado como tales o no se han desarrollado, como el espacio de arte Nicasio Fernández Mar o el Luis Ramoneda. En especial, señaló el museo Fundación Hugo Irureta, que fue creado por ese pintor ya fallecido. “Desde la academia nos gustaría ver que ese museo no se pierda como se han perdido otros, porque un museo no solo es inspiración para los artistas, sino placer y conocimiento para los visitantes”.
El secretario de Turismo, Diego Valdecantos, recogió el guante y asumió el compromiso “desde la provincia para que todos estos centros mencionados por Belluci lleguen a ser museo, porque guardan obras muy importantes. En Jujuy se dice que uno camina, levanta una piedra y debajo encuentra un pintor. Tenemos que darle el valor que esto conlleva”.
La delegada en Jujuy del Comité Internacional de Museos (ICOM) y vicepresidenta de la Asociación Civil de Museos de la República Argentina, Flavia Santesso, que también participó del relanzamiento del museo, confirmó a la nacion el peligro de cierre de varios museos jujeños. Santesso es también secretaria de la red de museos de la provincia de Jujuy, que reúne 45 museos y espacios culturales de gestión pública y privada. “En San Salvador, lamentablemente, corren riesgo de cerrar sus puertas al menos seis instituciones por falta de personal; uno de ellos es el museo policial. En el interior de la provincia corren el mismo riesgo el Museo de las Ermitas, en Tilcara, y el museo de Luis Ramoneda, entre otros tantos”.