Conmoción en Tolosa: mató al hijastro y baleó a su pareja
Rodeado por el Grupo Halcón, el atacante se quitó la vida
LA PLATA.– “Se me salió la cadena”. La frase es de Juan Cruz Chirino y fue expresada en un conversación por chat con un amigo, luego de intentar matar a su pareja y de asesinar de 16 puñaladas a su hijastro, de 10 años. Después de estar atrincherado durante más de ocho horas, rodeado por policías del Grupo Halcón, se quitó la vida con un disparo en la cabeza.
“Me mandé un moco”, escribió el agresor durante las ocho horas que permaneció encerrado en el baño de la casa de Tolosa, donde se encerró después de asesinar al niño, hijo de su esposa. La tragedia tuvo otra arista dramática. El agresor había amenazado con que mataría a Ciro, el hijo mayor de su esposa. Esa advertencia había sido recibida por el padre del niño, quien en una desesperada carrera para salvar a su hijo chocó su camioneta y volcó en la esquina de 521 y 140.
El padre del menor no sufrió lesiones de consideración, al igual que el conductor del otro vehículo, el juez de Garantías de Lomas de Zamora, Gabriel Vitale, que transportaba a sus hijos, ilesos también en el accidente. El magistrado ayudó al conductor a salir del vehículo.
A partir de la reconstrucción del hecho realizada por los investigadores policiales y judiciales, se determinó que el femicidio indirecto –determinado cuando el atacante busca lastimar a la mujer con una agresión a un familiar– comenzó minutos antes de las 7.30, en la casa situada en 116, entre 529 y 530.
En ese momento, irrumpió en la vivienda Chirino, comenzó a discutir con Soledad y asestó 16 puñaladas a Ciro, el hijo mayor de la mujer. Luego, el agresor le disparó a la mujer, que recibió un balazo en un pómulo y quedó internada en el Hospital San Martín, fuera de peligro. La autopsia reveló que el niño fue apuñalado en el pecho 16 veces con un cuchillo casero. Después, el atacante lo remató de un balazo.
Tras concretar el homicidio, Chirino se atrincheró durante ocho horas. Rodeado por el Grupo Halcón, se disparó un balazo en la cabeza a las 15.30 y murió cuando era trasladado al mismo hospital donde estaba internada la mujer herida. La pareja había discutido, al parecer, porque ella no quería que la llevase a su trabajo en el Ministerio de Salud de la Nación. El agresor creía que Soledad había retomado la relación con su pareja anterior, el padre de Ciro. La mujer no quería continuar con la relación, debido a las agresiones que sufría.
Tras una fuerte discusión, Chirino tomó un cuchillo y apuñaló al niño. Ayudada por su madre, Soledad logró huir de la casa con sus otros tres hijos de la pareja de dos, cuatro y seis años, pese a estar herida en un pómulo. La mujer ya había recibido varias golpizas. Los gritos se escuchaban en el barrio, según dijo Teodora, una vecina cercana a la casa de la tragedia.
Denuncia por agresiones
Según fuentes policiales, en marzo del año pasado, la mujer había presentado una denuncia por las agresiones sufridas en el Juzgado de Familia N° 5, de La Plata. A partir de la acusación de Soledad, la Justicia impuso una medida de prohibición de acercamiento que duró 30 días. Esa orden de restricción habría vencido hace poco más de un año y no se habría renovado.
“Me empezó a maltratar hace un rato y no di más”, argumentó el agresor durante las horas que estuvo atrincherado. “Me mandé un moco”, admitió en una conversación con un amigo mediante el sistema de WhatsApp.
En el barrio situado a cuarenta cuadras del centro de esta capital todo era pesar. La Escuela del Carmen, donde Ciro cursaba cuarto grado, cerró por luto. Sus amigos ayer lo recordaban con dolor. “Era un niño triste. Nunca sonreía. Muchas veces lloraba, le dolía la panza. Tenía problemas familiares”, dijeron dos alumnos de esa escuela que conocían a la víctima.
Roberto, un primo de la madre de Soledad, relató que la mujer hacía tiempo quería terminar con la relación y que por eso se había ido a vivir a la casa de 116, entre 529 y 530, que pertenece a su progenitora.
La abuela de los pequeños fue quien logró salvar a tres de los cuatro niños que estaban en la casa cuando Chirino comenzó agredir a Soledad. Rodeado por los policías del Grupo Halcón, con el cuerpo de Ciro en la casa, Chirino se disparó un balazo en la cabeza.