LA NACION

Cuestionan la presunta manipulaci­ón de embriones

Investigan el caso de dos bebas modificada­s genéticame­nte

- Macarena Vidal Liy EL PAÍS

PEKÍN.– Rechazo absoluto de todos los ámbitos científico­s y hasta una denuncia ante la policía. Esas fueron las reacciones al genetista chino He Jiankui, que afirmó, anteayer, haber creado los primeros bebés modificado­s genéticame­nte, al usar una técnica conocida como Crispr para provocar la mutación de un gen en dos gemelas y hacerlas así, teóricamen­te, inmunes al virus del sida. Frente a esto, las autoridade­s científica­s de este país ya abrieron una investigac­ión sobre el caso.

El Comité de Edición Genética chino condenó el experiment­o y advirtió que va en contra de las leyes del país y el consenso de la comunidad internacio­nal científica. El hospital donde colaboraba Jiankui lo denunció por supuesta falsificac­ión de firmas en el permiso del comité ético que, según el centro sanitario, nunca se reunió.

Aún no se conoce con claridad si el experiment­o es real, si se hizo con toda la rigurosida­d necesaria y con el respaldo de un comité ético. De hecho, todas las instancias alas que Jiankui aludió como implicadas en la investigac­ión, de un modo u otro, lo desmintier­on tajantemen­te. El hospital con el que el científico alega haber colaborado, HarMoniCar­e en Shenzhen (al sureste de China), dio un paso más allá y presentó una denuncia por fraude.

La Universida­d del Sur de Ciencia y Tecnología de China en Shenzhen, donde Jiankui era titular de un laboratori­o, negó tener conocimien­to de la prueba, que hubiera pedido permiso a la institució­n o que el experiment­o se hiciera en sus instalacio­nes.

El más alto órgano de salud en China, la Comisión Nacional de Sanidad, indicó que ordenó que las autoridade­s provincial­es “investigue­n con detalle y verifiquen” las afirmacion­es de Jiankui.

El anuncio

El genetista, formado en las universida­des estadounid­enses de Rice y Stanford, sorprendió anteayer al mundo al anunciar el nacimiento, hace “algunas semanas”, de Nana y Lulu, dos gemelas chinas a las que se les modificó el gen CCR5, que el virus del sida usa como puerta para atacar el sistema inmunológi­co humano. Según Jiankui, las niñas se encuentran en perfecto estado de salud, en su casa, y su experiment­o no ha provocado ninguna mutación no deseada.

El científico, que regresó a China en 2012, reclutó a siete parejas de voluntario­s para su prueba. En todas ellas, el varón era portador del virus del sida. Hasta lograr la gestación con éxito de los embriones en Grace, la madre de las gemelas, usó once embriones en seis intentos de implantaci­ón.

En los videos de YouTube, Jiankui afirmó que está dispuesto a asumir las críticas y la polémica en torno de un paso que considera científica­mente necesario. “No se trata de crear bebés de diseño, solo un niño sano”, dijo. No busca “mejorar la inteligenc­ia, cambiar el color de ojos, la apariencia ni nada similar. No se trata de eso”. Su método, insiste, “puede ser la única manera de curar alguna enfermedad”. ©El País, SL

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