Fútbol y rugby
A raíz de lo sucedido en el malogrado River-Boca del sábado último, aparecieron menciones en distintas redes y medios, comparaciones con el rugby, en razón de haberse disputado el domingo la final del torneo de Buenos Aires entre Alumni e Hindú. En todas ellas se ponderan la educación, el respeto y la tranquilidad con que, en gran número, público y simpatizantes viven el partido, compartiendo ambas hinchadas la tribuna sin sobresaltos. Es importante destacar que en este deporte esto no es casualidad. En los clubes, desde que los niños y sus padres se acercan al rugby se los educa con las premisas de que se trata de un juego, de que sin equipo contrario y un referí no existe la posibilidad de practicarlo, de que al terminar un partido se saluda al rival, sea cual fuere el resultado, y luego se comparte un tercer tiempo atendiendo amenamente al visitante. Y para cuando esos niños alcanzan la división superior en sus clubes, toda esa enseñanza está tan arraigada que conforma una cultura de vivir el juego, en ellos y en el público. Tal vez si probáramos con la cultura del respeto y de la educación, en vez de la del aguante y de la provocación, podríamos cambiar al fútbol y, por qué no, aunque sea un inicio, al conjunto de la sociedad.
Julián Martín Ripoll
DNI 14.951.419