Un poco de fútbol en medio del escándalo
River, que hace 17 días no compite, disputará hoy con Gimnasia una de las semifinales de la Copa Argentina
Pareció ser una eternidad…, pero pasaron solo 17 días. La sensación es que la pelota no corre por el campo de juego desde hace meses, escondida por el frenesí de las últimas tres semanas, tapada por el escándalo de la final de la Copa Libertadores, desinflada por el tironeo legal entre las dirigencias, que hace menos de 24 horas estaban discutiendo en Paraguay. Tras el primer superclásico copero y la revancha fallida, River vuelve a jugar al fútbol en un duelo clave: hoy desde las 21.15 en Mar del Plata disputará las semifinales de la Copa Argentina ante Gimnasia. Y, con el futuro incierto, sabe que necesita un triunfo aliviador a futuro.
Los goles de Pratto e izquierdoz –en contra– en la Bombonera y la ansiedad y la alegría que se vivió en el Monumental antes de la barbarie fueron las últimas sonrisas millonarias. Hoy, todo es ansiedad, incertidumbre, expectativa y angustia. El ataque al micro de Boca cambió el panorama y aún se espera la resolución del Tribunal de Disciplina para saber si el partido de vuelta finalmente se jugará. De concretarse lo que pidió la Conmebol a través de un documento firmado por el presidente Alejandro Domínguez, la definición frente al club xeneize se jugaría en el exterior, River perdería la localía y hasta podría ser sin público.
Son días revolucionados los que se viven en el conjunto de Núñez, afectado también por la investigación judicial sobre reventa ilegal de entradas que lleva adelante el fiscal Norberto Brotto. Y en medio de la locura, el equipo dirigido por Marcelo Gallardo deberá poner los pies sobre la tierra para enfrentar al Lobo y buscar un triunfo que lo deposite en su tercera final consecutiva de la Copa Argentina. De lograrlo, quedará a un paso de la Copa Libertadores 2019, ya que obtendrá un cupo el ganador de la final, instancia a la que ya se clasificó Rosario Central.
Todo está sujeto a lo que suceda con la presente Libertadores, ya que la otra vía de River para clasificarse a la edición del año próximo es conquistar la actual. Ante la incógnita de lo que sucederá con la final frente al xeneize, y con casi tres semanas de inactividad, el técnico eligió utilizar lo mejor que tiene disponible para jugar con Gimnasia en el estadio José María Minella. Será una noche especial y que tendrá encima la lupa: se trata del reencuentro con los hinchas luego del escándalo y habrá público de ambas parcialidades, por lo que el operativo policial también tendrá un papel protagónico.
Dos bajas: Quintero y Mora
En el entrenamiento vespertino, que se llevó a cabo ayer en Núñez, el técnico sufrió dos bajas de peso: Juan Fernando Quintero y Rodrigo Mora quedaron desafectados de la convocatoria. El enganche colombiano sufre una sobrecarga muscular en el gemelo izquierdo, mientras que el delantero uruguayo padece una sinovitis en la cadera derecha. Así, con ignacio Scocco todavía sin recuperarse de su lesión muscular en el gemelo derecho, el único atacante de recambio será el juvenil Julián Álvarez.
Mar del Plata recibirá la semifinale entre River y Gimnasia en un momento crucial. Por estas horas, en Núñez se habla poco de fútbol. El objetivo de Gallardo y sus dirigidos no será solo lograr la clasificación a la final, sino enfocar –aunque sea por un rato– los reflectores en la pelota y el juego.