El B-20 puso la crisis entre paréntesis y mostró optimismo
Los empresarios destacaron el hecho de que el país esté en el foco global; le entregaron a Macri un informe con 85 recomendaciones
“¿Y vos qué harías? Era una vidriera”, preguntó al aire un empresario a la pequeña cofradía de hombres de negocios que se habían conjurado en el salón principal de la Bolsa de Comercio. Escuchaba nMartínB era r di, presidentede Te r ni um; Sergio Ka uf man, presidente de Accenture; Luis Galli, presidente de Newsan, y Fernando Cinalli, CEO de Cinalli Brokers. Nadie logró ponerse de acuerdo sobre el futuro del River-Boca.
El fútbol fue un tema de conversación, pero la realidad pasó por el optimismo que, en tiempos de recesión, volvió a ser el centro gracias al paréntesis que impone el G-20 en la Argentina. Ayer esa sensación de ser “parte del mundo” relegó las visibles preocupaciones locales entre los hombres de negocios que participaron del cierre del B-20 (Business 20, capítulo empresarial del G-20 que reunió a 1200 empresas y federaciones empresariales “que participaron en más de 56 reuniones de grupos de trabajo para proporcionar recomendaciones significativas a los líderes del G-20”, según se informó un comunicado).
“Esta es una enorme oportunidad de mostrarle nuestras capacidades al mundo”, afirmó Galli. Asentía frente a él Nicola Melchiotti, country manager de Enel en la Argentina. “Estamos renovando inversiones. Es un mundo de oportunidades y hay que tomarlas”, se animó Kaufman. “Habría estado buena otra coyuntura”, dijo Cinalli, mientras Berardi coincidía gestualmente. “Es bueno mirar para afuera”, agregó.
Uno de los grandes ausentes ayer al evento de cierre fue Paolo Rocca, presidente de Techint y uno de los líderes del B-20 en el país, que fue procesado por la Justicia. Sí estuvieron Jaime Campos (AEA), Miguel Acevedo (UIA), Enrique Cristofani (Santander), Gustavo Weiss (Camarco), Cristiano Rattazzi (FCA), Jorge Di Fiori (CAC), Adelmo Gabbi (Bolsa de Comercio), Gabriel Martino (HSBC), Daniel Pelegrina (SRA), Claudio Cesario (ABA), Miguel Blanco (Swiss Medical), Javier Goñi (Ledesma) y Alejandro Bulgheroni (PAE), entre otros. Luego llegaron Ibarra y el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica.
“Esto es lo que tenemos que hacer para ser parte del mundo ”, dijo Daniel Funes de Rioja, presidente del B-20, en su discurso de cierre, enumerando las 85 recomendaciones que él y el secretario general de la Uocra, Gerardo Martínez, le entregaron ayer a Mauricio Macri. “La Argentina tiene que tener un rol de país desarrollado y sustentable”, dijo el hombre fuerte de la Copal, que pidió adecuar “la visión de las relaciones laborales acorde a las del mundo en el que vivimos para crear trabajo formal”.
Entre las recomendaciones aparecen garantizar una educación de calidad, fomentar mercados laborales formales e inclusivos, fomentar la inversión en infraestructura, garantizar acceso a energía asequible, confiable y sostenible, aumentar la productividad mediante la adopción de tecnología, implementar prácticas de eficiencia energética e invertir en acción climática, entre otros conceptos.
“Esto es un espaldarazo extraordinario para el país. Es muy bueno que el mundo ponga los ojos en la Argentina”, afirmó Weiss, mientras servían los aperitivos. “No tenemos dimensión de lo que significa el G-20. Es una enorme posibilidad y hay que valorarla”, dijo Goñi. “El B-20 salió muy bien. Es un orgullo. Ojalá todo el G-20 siga así. Esto es tremendamente positivo”, afirmó Acevedo, quizás uno de los más críticos de la coyuntura actual.