No irá a prisión el policía que mató a un menor armado
El custodio del sacerdote Mariano Oberlin recibió una pena de dos años de prisión en suspenso y seguirá en actividad
CÓRDOBA.– Dos años de prisión condicional fue la pena que recibió ayer el policía Martín Murúa, custodio del cura Mariano Oberlin, acusado de matar a un menor de 13 años. Ese adolescente intentó, con un arma, asaltar al sacerdote cuando el custodio abrió fuego y lo abatió en diciembre de 2016.
El sacerdote Oberlin trabaja en la lucha contra el paco en una zona vulnerable de Córdoba y, después de ese sangriento episodio, quedó tan impactado que se retiró por un tiempo del lugar.
Cuando se leyó la condena, reaccionaron afuera del tribunal amigos y familiares del adolescente fallecido, que apedrearon a los policías de guardia. Adentro de la sala, la mamá de Lucas Rudzicz reclamó entre llantos y gritos por lo bajo de la pena.
Pese a esa fallo, la defensa del custodio aseguró que este podrá mantenerse en actividad como policía.
“Una máquina no vale la vida de un hijo. Dos años es una burla. Estaba ahí haciendo burla, a nosotros, a la familia del doliente. Claro, porque ellos son los jefes, nosotros somos los pobres, los chorros. Si mi hijo tuvo un error, lo pudo haber pagado, pero no así, lo mató como a un perro”, dijo la madre del joven fallecido en declaraciones a Radio Universidad.
Oberlin presenció la lectura de la sentencia. Después de la muerte del chico, en diciembre de 2016, escribió en su Facebook: “Si pudiera cambiar mi vida por la de este chico, juro que la cambiaría. Pero aunque yo muera, él no va a revivir. Hoy siento que nada tiene sentido”.
Después de las amenazas, Oberlin aceptó la custodia que le puso la Fiscalía Antidrogas; el agente estaba de civil y, salvo casos puntuales, no estaba pegado al sacerdote. Murúa fue elegido por el cura porque llevaba siete años trabajando con la parroquia, igual que toda su familia.
El sacerdote fue varias veces amenazado por bandas narco que disputan los puntos de venta de droga en los barrios Müller y Maldonado, en la capital cordobesa.
El 22 de diciembre de 2016, Rudzicz intentó robarle una motoguadaña al sacerdote frente a la parroquia. Fue entonces cuando el custodio disparó.
El adolescente –al lado de cuyo cuerpo quedó un revólver calibre 32– iba junto a David Luna, que también fue enjuiciado y condenado a cinco años de cárcel.
Los jueces hicieron lugar al pedido del fiscal en la pena de Murúa. En cambio, el abogado de la familia Rudzicz había pedido reclusión perpetua por el cargo de homicidio calificado.
Carlos Hairabedián, defensor del policía, indicó que está “95% satisfecho con la resolución; es una cuestión de grado discutir si hubo o no exceso. Lo más importante es que la defensa conquistó dos puntos esenciales, que la pena fuese dejada en suspenso y que Murúa continúe en la actividad profesional”.