Una marcha pacífica fue el momento más fuerte de la protesta contra la cumbre
Las columnas se desconcentraron apenas alcanzaron la zona del Congreso
Más de 100 organizaciones sociales, políticas y barriales marcharon ayer en repudio a la Cumbre del G-20 y la presencia de los líderes más importantes del mundo. La movilización no tuvo incidentes, salvo algunos episodios de menor importante en Avenida de Mayo y 9 de Julio con un grupo de encapuchados con banderas negras que golpearon las vallas de contención, por lo que el grueso de los manifestantes decidió formar un cordón para mantenerlos alejados. En la zona del Congreso se repitió la dinámica: personas con los rostros cubiertos intentando ingresar a la marcha y los manifestantes, alejándolos.
Al llegar a la Plaza del Congresos la permanencia allí duró pocos minutos y muchas de las agrupaciones no pudieron escuchar las palabras de Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, la encargada de leer el documento final.
“Fue una marcha excepcional, de repudio al club privado de las potencias imperialistas que mantienen a los organismos de crédito como socios e invitan a los países emergentes a poner la mesa”, leyó Cortiñas, rodeada de militantes. “Denunciamos la sumisión del gobierno de Mauricio Macri a las políticas que impulsa el G-20 como el acuerdo con el FMI, que nos condena a una deuda ilegítima e impagable y al ajuste eterno”, agregó.
La presencia de encapuchados que portaban banderas negras puso en alerta a los organizadores en varios tramos del recorrido. Por eso 200 metros antes de llegar a las vallas, fuertemente resguardadas por Prefectura Naval Argentina, la columna se detuvo para evitar que esas personas se infiltren entre las agrupaciones.
Al llegar a la esquina de Avenida De Mayo, antes de poner rumbo hacia el Congreso, cada una de las agrupaciones realizó un cordón formado por sus militantes para evitar el contacto con las vallas y el operativo de seguridad, y lo más importante, separar a aquellas personas que con actitud sospechosa se convertían en una amenaza. Mientras tanto, muchos turistas veían el avance de la formación como un espectáculo colorido.
El colectivo anti-cumbre está integrado por la Asociación por la Tasación de las Transacciones Financieras y por la Acción Ciudadana (Attac), Action for Argentina UK y Anticapitalistas en Red, entre otras 22 organizaciones con vínculos en el exterior. La pata local, que aportó a los militantes, está formada por 65 organizaciones, entre ellas, CTEP, Barrios de Pie, MST y CTA, entre otros grupos.
La consigna de la marcha, la misma que acompañó las actividades de la Cumbre de los Pueblos, que se realizó desde el jueves en el Congreso, fue “No al G-20, Abajo el acuerdo Macri - FMI, Fuera Trump y demás líderes imperialistas, Fuera Bolsonaro, Por el no pago de la deuda externa, No al ajuste, la entrega y la represión”.
Al frente de la columna formaron referentes de las agrupaciones. Cortiñas avanzó con mucha entereza a pesar del calor. La acompañaron Beverly Keene, representantes del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), en representación de Pérez Esquivel que estuvo ausente por enfermedad.
También estuvieron allí Néstor Pitrola (Partido obrero), Nicolás del Caño (Partido de los Trabajadores Socialistas), María del Carmen Verdú (Correpi), Alejandro Bodart (Movimiento Socialista de los Trabajadores), Claudio Lozano (diputado nacional de Unidad Popular), Marcelo Ramal (legislador porteño) y Ricardo Peidro (CTA Autónoma), entre otros participantes.
Mientras las organizaciones comenzaban a llegar a la 9 de Julio, las fuerzas policiales realizaban varios operativos de prevención y control. En uno de ellos hallaron bombas molotov en un taxi abandonado. En otro secuestraron 25 radios pertenecientes a una agrupación política. Según una resolución está prohibido utilizar este tipo de aparatos en marchas multitudinarias. Por esta razón dos personas fueron detenidas.
El operativo de seguridad se desplegó por todo el recorrido que siguieron los manifestantes. En la 9 de Julio se desplegaron efectivos de Prefectura y en las calles laterales al Congreso, de Gendarmería Nacional. También participaron agentes de la Policía de la Ciudad y la Federal. En total hubo 3500 miembros de seguridad afectados al operativo.