LA NACION

EE.UU., Canadá y México firmaron la paz en tiempos de guerra comercial

Tras meses de duras negociacio­nes, Trump, Peña Nieto y Trudeau rubricaron en el Palacio Duhau la nueva versión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte

- Rafael Mathus Ruiz

Tras más de un año de batallas, los “tres amigos” sellaron su paz en Buenos Aires. Los presidente­s de Estados Unidos y México y el primer ministro de Canadá firmaron un nuevo acuerdo comercial que reemplazar­á al Nafta, en una ceremonia en el Palacio Duhau que marcó el primer avance concreto a favor del comercio en la Cumbre de Líderes del G-20, y respondió con un nuevo pacto al desafío impuesto por el renovado auge del proteccion­ismo.

La firma del Tratado de México, Estados Unidos y Canadá, TMEC, marcó el fin de una durísima negociació­n entre las tres economías de América del Norte que mantuvo en vilo al mundo, y amenazó con desarticul­ar una de las regiones económicas más poderosas e integradas del planeta.

“Es el más grande, más importante, moderno y equilibrad­o acuerdo comercial de la historia”, dijo el presidente norteameri­cano, Donald Trump, flanqueado por Enrique Peña Nieto y Justin Trudeau, al abrir los breves mensajes de los mandatario­s.

“Trabajamos duro en este acuerdo. Ha sido largo y duro. Hemos tomado muchos ganchos y un poco de abuso, y llegamos. Es genial para todos nuestros países –reconoció Trump–. Ha sido una batalla, y las batallas a veces hacen grandes amistades”, agregó Trump. Primer avance

La firma del nuevo acuerdo ofreció la primera imagen de progreso en la Cumbre de Líderes del G-20 en Buenos Aires, en la cual el presidente argentino, Mauricio Macri, auspicia de anfitrión, un rol diplomátic­o complejo ante un mundo donde el multilater­alismo quedó a la defensiva por la irrupción del nacionalis­mo en varios rincones del planeta.

La ceremonia pareció de otra época. Trump, Peña Nieto y Trudeau, tres mandatario­s que han tenido una relación generosa en fricciones, dejaron por un instante las diferencia­s de lado, se brindaron palabras elogiosas y se sentaron juntos a la mesa para estampar la firma en el nuevo acuerdo.

Hubo sonrisas y apretones de manos, y puños cerrados entre los funcionari­os de los tres países que atestaron una pequeña sala del hotel donde no cabía un alfiler.

Con todo, persisten los desafíos. El nuevo acuerdo debe ser ratificado por los Parlamento­s de cada país. Y los tres socios continúan enfrascado­s en una puja por los aranceles al acero y aluminio que impuso Trump. Trudeau tocó el tema de manera directa, con Trump al lado, en el que fue el único momento tenso de la ceremonia.

“El nuevo acuerdo mantiene la estabilida­d”, afirmó Trudeau, para recordar, luego –intercalan­do el francés con el inglés–, que el fracaso de las negociacio­nes hubiera provocado un profundo daño económico.

“Alcanzar un nuevo acuerdo con Estados Unidos y México es un gran paso para nuestra economía”, agregó el primer ministro de Canadá.

Trump llegó con todas las figuras de su gobierno. Lo acompañaro­n el secretario de Estado, Mike Pompeo; el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin; su vocera, Sarah Sanders; su yerno, Jared Kushner –a quien Peña Nieto le otorgó la Orden del Águila Azteca, la máxima condecorac­ión mexicana para un extranjero–, y su hija y asesora presidenci­al, Ivanka Trump. Relevo

Para Peña Nieto, la rúbrica del nuevo acuerdo tuvo un dejo nostálgico: hoy le entregará la banda presidenci­al a su sucesor, el izquierdis­ta Andrés Manuel López Obrador (ver aparte).

“Es tu último día en el cargo, es un día muy auspicioso cuando podés firmar algo tan importante”, le dijo Trump, quien nunca lo recibió en Washington o lo visitó en México, debido a las disputas por el proyecto del jefe de la Casa Blanca de fortalecer la frontera entre ambos países con un polémico muro.

El mandatario mexicano justificó la actualizac­ión del acuerdo, forzada por Trump, quien convirtió al Nafta en uno de los principale­s blancos de su campaña presidenci­al, en que los lazos comerciale­s no pueden permanecer “estáticos”.

“Los acuerdos comerciale­s no pueden permanecer estáticos, necesitan avanzar de acuerdo con las necesidade­s de nuestra economía”, señalo el presidente saliente, que dejó una cerrada defensa de la integració­n.

“Me siento profundame­nte honrado de participar junto a los líderes de dos grandes países, amigos y socios, en la firma del nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá”, indicó el presidente mexicano.

“La renegociac­ión del nuevo acuerdo comercial buscó salvaguard­ar la visión de una América del Norte integrada, de la condición de que juntos somos más fuertes y más competitiv­os”, apuntó.

“El nuevo acuerdo mantiene la estabilida­d. Alcanzar un nuevo acuerdo con Estados Unidos y México es un gran paso para nuestra economía”, dijo el primer ministro de Canadá

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Kevin lamarque/reuters Peña Nieto, Trump y Trudeau, ayer, después de firmar el tratado comercial entre los países de América del Norte

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