herederos de la moda Las estrellas no están en el cielo
Por qué las etiquetas cambian de diseñador; quiénes toman la posta y qué hacen con ese legado; los que ahora mandan definen el diseño y mucho más: el futuro de las marcas
Trascender la moda a través del tiempo es una cuestión que le quita el sueño a las marcas internacionales. Cada vez que un diseñador llega a los umbrales de una firma tradicional es un nuevo capítulo que puede incluir escándalos y dinero.
Cuando el 15 de julio de 1997 Gianni Versa ce murió asesinado en mi a mi en manos de Andrew Cunnanan, todos se preguntaron ¿quién lo va a reemplazar? Nadie pensó que Donatella, la menor del clan, la más callada, la que disfrutaba del éxito y la gloria a la sombra de su hermano, sería la encargada de llevar a cabo el hasta ese momento extenso legado del diseñador calabrés. En el pasado mes de septiembre la firma de la medusa fue comprada por el grupo Michael Kors por 1830 millones de euros. Donatella continúa en su puesto pero su hija Allegra, a quien su tío le dejó la mitad de la empresa, seguirá como la eterna sucesora que no fue.
¿Por qué las etiquetas cambian de diseñadores? Hacer más plata es una respuesta fácil, sobre todo en estos tiempos donde hay demasiada ropa en el mercado, demasiadas opciones similares y algunas diferentes. Hoy es necesario renovar la identidad, refrescar la imagen, capturar nuevos clientes. Y también ofrecer un estilo que vaya más allá de la ropa. La experiencia fue, desde los 90, la constante que siempre, más o menos tácita, existe.
¿Quién no recuerda cuando en épocas de Gianni Versace muchos querían vestir la camisa barroca con amarillos dorados enceguecedores y ser parte de esa casta? ¿O cuando Calvin Klein ofrecía el minimalismo casi monacal como mantra cotidiano? El sentido de pertenencia tenía un papel muy importante y competía con la necesidad de identificación.
Hoy, un poco más un poco menos, también. El público, que se renueva constantemente, necesita y quiere identificación. Basta revisar el caso de Alessandro Michele en Gucci. Le alcanzaron solamente 3 años para revolucionar el fashion business, y en apenas seis temporadas logró que la imagen de la centenaria firma de la G se convierta en el punto G de much@s. Michele, con ese look de pelo largo parecido al de James Manson en Matar o morir, se atrevió y cambió la estética y el gusto del vestir. A otra escala es el líder de una “secta” con seguidores. Todavía está vigente el impacto que generaron los dos modelos que desfilaron con réplicas de sus cabezas para la colección invierno 2018. Una imagen que se viralizó más que lo que llevaban puesto. ¿Un nuevo lifestyle?
Hoy los diseñadores se convirtieron en celebrities más allá de sus cualidades y aptitudes, y en esto las redes sociales son arte y también parte ya que anticipan las decisiones de estos nuevos “mesías”. Existe un grupo de directores creativos que hacen de su carrera un culto al marketing, un ingrediente nuevo que domina el panorama, que los potencia para ubicarse en puestos claves. Un diseñador con prestigio, éxito en redes, escandaloso o con oportunas amistades garantiza el éxito económico al que apuntan los grupos de moda que contienen a las grandes firmas de moda. Y quienes dirigen estos conglomerados lo saben.
En la carrera por hacer más dinero, ven al diseñador más allá del diseño. Como a Ka nye West, el cantante casado con kim kardashian quien también diseñó Ye ezy,lacarí sima línea que duró otro dato: hoy la línea masculina del ouisvuit ton la dirige Virgil Abloh, ex empleado de West, dueño de su propia línea off white y, según algunos, de dudo so criterioel diseño. eso sí, un experto en relaciones y redes sociales.
¿Dónde quedan la moda, la ropa y el estilo de una maison tradicional si cambian las cabezas? Se trata de evolucionar. Los nuevos creadores en estas casas aportan visiones contemporáneas y un lenguaje propio aunque no siempre tengan una carrera de moda propiamente dicha y aunque se trate de firmas ancianas pero sin historial. no todas son valen tino, saint Laurent, Christian Dior o Chanel cuyos archivos revolucionaron el vestir. Louis Vuitton fue creada en 1854 por m. Louis Vuitton y solo confeccionaba baúles de viaje. Cuando en 1997 entra Marc Jacobs, casi 150 años después, se crea la primera línea de prêt-à-porter. Jacobs hizo e inauguró su versión de moda para la firma del monograma. Sus colecciones fueron, en general, reversiones de los diseños de su propia línea. Cuando en 2014 se retira lo sustituye Nicolas Ghesquière el exniño mimado de Balenciaga quien trae su propia visión de moda a la casa de artículos de lujo. El nuevo capítulo se escribe sin concebir el legado de Marc Jacobs. un dato: la actualidad degh es quiè reno es la de su antecesor, el avance del #metoo, el# ni una menos, el nuevo feminismo y la estética del género fluido modifican su presente.
En1945céli ne vi pian acreócéli ne, y
recién en 1967 in cor poróprêt-à- porter femenino con un estilo de “moda sim- plepa rala mujer francesa” como rezaban sus avisos. A principios del 2018, cuando se cumplían casi once años como diseñador a de culto, Phoebe Philo anunció su retiro de Céline.
Una nueva histeria colectiva en la industria de la moda: ¿qué pasará con sus diseños, con la feminidad adulta, la sensualidad tácita, el minimalismo oversize… el vestuario moderno de la mujer actual?. ¿Adónde se va? Seguro que a Burberry se aventuraron algunos en referencia al puesto que dejaba vacante Christopher Bailey. Y la pregunta siguiente sonaba más fuerte: ¿quién la reemplazará? Así un nuevo escandalete en el juego de la silla que viene entreteniendo al fashion business desde hace al menos cuatro años. El elegido por LVMH, Louis Vuitton Moët Hennessy, el grupo que posee Celine, es He di Slimane, un larguiruchocincuentón cuyo historial en la moda fue y es controversial. Exdiseñador de las colecciones masculinas de Yves Saint Laurent (1996-1999) y Dior Homme (reemplazó el Christian por Homme para marcar territorio).
En Saint Laurent, mandó sacar el Yves e hizo, entre 2012 y 2016, su aleja- da versión de uno de los legados más importantes de la industria. Hoy vuelve a ruedo en Celine, sin acento, con una estética que le es ciento por ciento propia. ¿Está mal el nuevo Celine diseñado por Slimane? Es la propuesta de un diseñador para una marca sin historia de moda definida. No es Chanel ni Dior, no hay archivos históricos que interpretar, y cada uno hizo su propia versión sobre la realidad que le tocó vivir. El Celine de Slimane es tan válido como el de sus predecesores. En un futuro alguien tomará las siluetas de Marcjacobsy las adaptará al momento que le toque vivir. Algún otro reconocerá que el verdadero estilo Celine fue el de Phoebe Philo y no el de Hedi Slimane. Para eso es necesario, dentro de unos años, recordar qué pasó.
Máximas de un nuevo diseñador
Mark Holgate, periodista especializado en moda, habla de tres máximas al momento de un nuevo director creativo al frente de una casa tradicional de moda: el peso histórico del pasado, el perfil de un diseñador superdotado y caprichoso con liderazgo actual y la tentadora promesa de una mayor transformación futura.
Esto ocurre en dos firmas con pe di gr e e bien planta das en tiempo y espacio.
Pierpao lo piccioli, desde 2008, dirige la batuta en Valentino y cada temporada afianza su lugar sin desobedecer el historial de Valentino Garavani. Es un real intérprete del estilo, sin prescindir de siluetas, estampados y colores. El rosso Valentino está presente, la Colección
Blanca de 1968 fue homenajeada por separado
y también en cada temporada, la feminidad de mujeres fuertes en vestidos de noche con carácter, y más.
De la vereda de enfrente, elí ta lo-belga Anthony Vaccarello hace suyo uno de los archivos más prolíficos dela moda: el del maestro Y ves Saint Laurenty su maison fundada en 1961. De a poco, y sin renunciar a su estética sexy que resalta la sensualidad femenina, sus prendas van del amano de la inspiración. a veces sutil y otras escandalosas, en solamente cuatro temporadas, nuevas versiones del acolecciónCou tu re de 1988 de los lirios de Van Gogh, las túnicas transparentes de 1968, el smoking revolucionario y vigente desde
1966 y tantísimo más. Como el mismo Vaccarello dijo: “M. Saint Laurent esbozó casi todos los códigos de vestir que conocemos, de la androginia al vintage, de la bohemia romántica al glamour excesivo puro y duro”.